Continuamos con el amor…(parte II)

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Una vez definido lo que es el estado de “enamoramiento” podemos entonces continuar con este análisis. Hoy sabemos entonces que estar enamorado no es precisamente el mejor tiempo para tomar decisiones significativas, de hecho se recomienda que cuando uno es victima de alguna emoción, no se tomen decisiones importantes, ya que se corre el peligro de que como está sustentada en algo subjetivo y volátil, la decisión tomada con base en el supuesto “valor” que te da la sensación de la emoción, pues pierda fuerza o determinación una vez que la misma emoción pasa. Por ejemplo, cuantas veces una mujer que vive una situación complicada de pareja, cuando está muy afectada por la ira o la tristeza de algún evento inmediato, “decide” dar fin a esa situación, se arma de “valor” motivada por las emociones temporales de ese momento, pero cuando pasa esa emoción, ya la determinación o la decisión misma también se desvanece y lo que un día antes parecía tan sólido, al día siguiente ya no lo es tanto.
Es por esto que se recomienda que cuando se han de tomar decisiones vitales, se hagan cuando uno está libre de emociones, pero aquí es donde las personas ya no pueden decidir, porque les falta el valor o porque, sin la emoción que reviste el evento, ya no parece ser tan “grave” o “urgente” como pudiera parecer.
El amor siempre ha sido muy complicado definirlo y se polariza con mucha facilidad, por lo que no debemos sorprendernos si va desde los idealistas que le dan un sobrevalor exacerbado al punto de la fantasía publicitaria y cultural, como cuando afirman que “el amor mueve montañas” y cosas que en una novela o el día de San Valentín pueden funcionar perfectamente, pero que en la REALIDAD, ya no son ni remotamente aplicables. Y por el otro extremo están los fríos argumentistas, los que aseguran que “el amor no es más que una reacción bioquímica de ciertos neurotransmisores en el cerebro y que comer chocolate en grandes cantidades, proporciona el mismo efecto”.

Si lográramos centrar ambas visiones, lograríamos tener un concepto más real y aplicable, al menos para la gran mayoría de seres humanos, o por lo menos a aquellos que la cultura y el comercialismo de consumo no les haya afectado sus potenciales neurológicos de análisis.
Para aquellos que deseen entender un poco más de esto que estamos mencionando, les recomendamos que analicen y pongan en práctica la información que está contenida en la obra de Erich Fromm, El Arte de Amar, sobre todo la primera mitad, lo que se refiere al amor de pareja. Salgamos de ese 85.7% de mexicanos que no leen ni un solo libro al año. Inténtenlo, los libros no muerden.
Por otra parte la extraordinaria mujer, escritora y crítica periodista Jessica Kreimerman Lew, menciona que el amor en México es “Desgarrador, posesivo, celoso. Es reprimido. Es de borracheras y noches enteras de llanto desconsolador. Es patético, las parejas se forman con base en una unión de patologías, (la mía, la tuya, la nuestra) combinadas con las patologías familiares mutuas, las patologías culturales y las sociales. Y así y con los dedos cruzados para intentar formar familias sanas”.
Las típicas parejas mexicanas viven o esperan vivir bajo este guión familiar y junto con otros muchos supuestos que son dañinos para la salud psicológica y emocional. Es un camino recto al divorcio y al fracaso, utilizando a los hijos como pretexto, escudo, arma y seguridad para recibir una pensión alimenticia.
Gran parte de lo que estamos viviendo hoy en nuestro país, tiene que ver con nuestros antepasados de las cavernas, porque la evolución tecnológica se dio muchísimo más rápido que la evolución psicológica y emocional. Nuestros antecesores como mexicanos son los criollos del siglo XVI, que crearon una infraestructura política y social burocrática, rígida e injusta, racista, sexista, clasista, retrograda e intolerante.
Los conquistadores apachurraron a las culturas indígenas y las forzaron a aceptar su visión del mundo porque al mismo tiempo que usurparon el poder a los hombres conquistaron las vaginas y las matrices de sus mujeres. Los líderes del México prehispánico les regalaron sus mujeres a sus nuevos amos para que entre todos formaran una “raza cósmica”.
La mujer criolla tenía dos opciones en la vida, matrimonio o convento. Las dos incluyeron encierro porque había mucho miedo de contaminación ideológica. “Una buena chica blanca no saldrá a la calle a menos que tenga todas sus partes, púdicas o no, cubiertas y protegidas. La mujer oficial de los hombres se consolaba rezando en la iglesia, y tenían que aguantarse la invisibilidad, las ganas y las limitaciones que se derivan de su posesión. Mientras su hombre se satisfacía con aquellas mujeres que no eran consideradas como “puras”.
“México emerge de la red burocrática del Imperio Español antiguo. 500 años más tarde, los descendientes de esos criollos continúan inventándose títulos de alcurnia y todavía clasifican a sus mujeres jóvenes en dos grupos básicos: con las que se pueden casar y con las que pueden practicar sus prohibiciones sexuales. A sus madres y hermanas que nadie las toque…y literalmente nadie las toca”
La mayoría de las costumbres de conducta de la sociedad mexicana, fueron establecidas hace 500 años por gente que ya está muerta hoy y que se aterrorizaba con la idea de las diferencias del otro.
En tiempos de los aztecas y la magna Tenochtitlán, el resto de las tribus rendían culto a los emperadores, y hoy la provincia mexicana ofrece trabajadores baratos, sus mejores frutos y los recursos de sus tierras, y el repudio hacia los chilangos que son odiados pero respetados, igual que hace más de 5 siglos.
La ciudad es atractiva hoy en día para los jóvenes provincianos, pese a todo y porque hay algunos con espíritu libre, que prefieren el smog y las broncas del D.F. al sofocante aire social represor pseudo-santificado de doble moral que tienen que respirar en su pueblo.
Las mujeres no mucho tiempo atrás se casaban para que alguien las mantuviera y los hombres se casaban para poder tener relaciones sexuales. Hoy esas razones tienen poco menos peso y esto ha dado como resultado una población flotante de solteros y solteras que buscan otras cosas en sus relaciones íntimas y emocionales.
“El general ruso Aleksandr Lebed jefe de seguridad del Kremlin sugirió en julio de 1996 que se vetara a las telenovelas de Televisa en la ex Unión Soviética por considerarlas como una amenaza a la seguridad psicológica de sus pueblos”. Las masas populares mexicanas siguen los melodramas de las telenovelas porque no pueden enfrentar los propios.
Por ejemplo: La boda de Lucero y Mijares tuvo mucho más raiting que cuando mataron a Colosio. La razón, la historia de “amor” de cuento de hadas que te presenta Televisa para venderte la idea de que el amor es así, mágico y eterno. Las telenovelas dictan las costumbres y pautas de comportamiento para el cotidiano mexicano.
El 83% de la clase baja se ve atrapado en las historias de las telenovelas, el resto de los pobres no tienen televisión. Hoy, el porcentaje de la clase media no se puede medir porque dependerá del tiempo disponible para dejarse atrapar por las opciones de Televisa y TV Azteca, pero las razones serán las mismas, mejor veo como sufren otros y trato de pensar como se “resolvería” en lugar de ponerme a potenciar mis opciones para solucionar mis propios conflictos.
Una telenovela exitosa las ven diariamente más de 60 millones de personas en México, y 120 millones en el extranjero. 200 capítulos de una hora suman 60mil millones de horas espectador. Si un comercial de 20 segundos está comprobado que tiene un gran impacto en la sociedad ¿Qué efectos pudiera llegar a causar esta cantidad de horas-espectador?
Pero como bien lo decía el Papa Paulo IV: “Populus vult decipi, decipiatur…” (Si el pueblo quiere ser engañado, que sea engañado).
Y me despido con la célebre frase de Kreimerman: “El machismo es como un antidiarréico que toman los hombres para no cagarla en público”, de su obra: La vida en rosa, el príncipe azul, mujeres y amor en México, (Global Entertainment, 1997).
Continuara…

La infidelidad…

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Una de las peores traiciones que experimentamos hacia nuestra pareja o por parte de ella es la infidelidad; y generalmente pensamos que la persona infiel es la única culpable, sin embargo la infidelidad puede ser el resultado de la crisis de una pareja, pues quien es infiel lo hace mayormente porque busca en otra persona cuestiones sexuales, emocionales o intelectuales que no encuentra en su pareja; al menos esta es la percepción y la justificación general.
La infidelidad no siempre sucede espontáneamente, con frecuencia hay diversos motivos que la provocan. La lista de razones es interminable, pero los sexólogos especialistas en terapia de pareja coinciden mayormente, en que de una u otra forma, todas intentan satisfacer las carencias en la pareja:

  1. La persona se siente devaluada. Terminado el enamoramiento, (limeranza*) se enfrenta a la pareja real y se olvida a la idealizada, y sus conductas no siempre placenteras en la convivencia defraudan las expectativas individuales o las que se implantaron socialmente. Si la pareja abandona al otro centrándose sólo en sus objetivos personales y no en los de ambos, y al mismo tiempo se relaciona con una persona distinta que lo haga sentir más valorado, la elegirá inconscientemente como nueva compañera(o). Principalmente para las mujeres, es muy importante sentirse bellas, deseadas y protegidas por su pareja. Si no se cumplen estos objetivos, siente una gran frustración y se devalúa su autoestima. Una forma de sentirse de nuevo atractivas y deseadas, es siendo cortejadas en una relación extramarital.
  2. La monotonía. Cuando uno de los miembros de la pareja descuida el tiempo en común por sus actividades personales y deja de tener detalles cariñosos el otro miembro, este siente que el amor se acabó, se produce un distanciamiento y comienza a sentirse encadenado a pasar el resto su sus días en una relación que ha perdido su encanto. El matrimonio que generalmente se sumerge en la rutina y en el aburrimiento se viene abajo a causa de un encuentro con un intruso que llega y aborda con el misterio, encanto y riesgo de los que carece esa relación.
  3. Una vida sexual deficiente. El sexo es un elemento esencial en la pareja y si éste es defectuoso, quien se siente insatisfecho tiende a buscar fuera de la relación la satisfacción sexual que no encuentra en su pareja. Si aun cuando se experimente un gran amor por la pareja, en la cama no encuentra nada excitante, se vengará teniendo relaciones sexuales con otra persona, porque está enojado con su pareja que no quiere hacer el amor o no quiere llevar a cabo sus fantasías sexuales.
  4. Dependencia emocional de los padres. Si la pareja no es emocionalmente independiente de sus padres y no establece límites respecto a ellos o la familia, esta conducta infantil hace sentir sin su apoyo al otro miembro, y esta necesidad insatisfecha de ser escuchados y atendidos los impulsa a buscar una relación extramarital.
  5. Busca nuevas sensaciones. Si se acaba la seducción del enamoramiento o la pasión y se vive en el hastío de una relación, hay quienes necesitan seguir satisfaciendo su necesidad de seguir enamorados o emocionados. La curiosidad de experimentar el sexo con otras personas y de vivir la aventura es un fuerte motor para buscar un affair. Lo prohibido fue, es y será uno de los más grandes incentivos para buscar emoción.
  6. Se idealiza a la pareja. Para continuar idealizando a la pareja, muchas veces se elige como amante a una persona totalmente opuesta. Hay quienes llevan a cabo todas sus fantasías sexuales con el amante y no con la pareja para sentir que la siguen manteniendo en el concepto de “decente”.
  7. La pareja lo permite. Se dan casos en que la parejas están de acuerdo en que se tengan relaciones extramaritales, porque son conscientes de que necesitan satisfacer las deficiencias que existen en ls propia relación o simplemente como un profundo entendimiento de la naturaleza humana, ya aceptan y participan de lo inevitable.
  8. Se amenazada la libertad. Cuando la pareja es asfixiante o se presenta el pavor a perder la independencia y quedar atrapados en una relación, intentará sentirse libre cometiendo actos de infidelidad.
  9. Alarde de poder. Por haber obtenido poder, dinero y una posición social, hay quienes sienten que se han ganado el derecho a tener un mayor potencial sexual con el sexo opuesto.

La infidelidad es un síntoma de la serie de crisis por las que atraviesa la pareja. Si buscamos en el fondo, descubriremos que somos infieles cuando no encontramos en nuestra pareja lo que buscamos y nuestra relación no satisface completamente nuestras necesidades o en algunos casos simplemente por placer como ya mencionamos anteriormente. Sin embargo, superar la crisis dependerá de la forma en que podamos comunicarnos como pareja.
Ahora bien, hasta ahora sólo hemos analizado algunas de las forma más usuales de ser “infiel”, pero existen otras maneras de establecer relaciones fuera del contexto de una relación estable. Para este objetivo clasificaremos a la infidelidad en tres grandes categorías por su duración/intensidad:

  • Tipo A: Infidelidad Ocasional.
  • Tipo B: Infidelidad Recurrente.
  • Tipo C: Infidelidad Permanente.

Cabe mencionar que aun cuando en ciertas frases pudiere parecer que se habla específicamente de un hombre o una mujer, la situación de ser infiel, no es privativa ni mayoritaria de un género en particular, independientemente de que así nos lo quieran hacer parecer en diversos contextos.

Infidelidad Ocasional (Tipo A).-
Es cuando la persona no presenta conciente ni subconscientemente motivación alguna más allá de un simple gusto por la diversidad. Es decir, el individuo infiel lo es simplemente por así convenir a sus gustos. Este tipo de infidelidad es exclusivamente física y se presenta generalmente en personas cuyo nivel de experiencia en la vida es más alto que el de la mayoría. No genera dependencia emocional hacia la persona objeto de deseo; y lejos de afectar negativa o destructivamente a la pareja, fortalece esta relación, por actuar como válvula descompresiva a situaciones de tensión generadas por la naturaleza misma de una relación fija. Generalmente se presenta con diferentes personas aunque en ocasiones bien establecidas de común acuerdo se puede presentar con una sola persona. No requiere de atención psicológica de pareja. Tiene su origen en el desfasamiento factorial*
Infidelidad Recurrente (Tipo B).-
Esta se presenta efectivamente como ya se mencionó anteriormente por carencias o descuidos de la pareja primaria. Uno de los miembros se ve forzado por la misma motivación de satisfacer necesidades no cubiertas por su pareja, ya sean afectivas, sexuales, intelectuales o cualquiera otra a buscar en otra persona como cubrir estas necesidades, sean reales o no. Este tipo de infidelidad si genera dependencia emocional y física. Es muy parecido a los efectos de una adicción propiamente. El miembro que se ve obligado a buscar fuera de la relación primaria lo hace con una sola persona (la/el amante) a la que este considera ciertamente tener las características necesarias para hacerlo feliz. Este tipo si requiere de atención psicológica de pareja. Y su estado si produce desequilibrio real en la estabilidad de la pareja primaria.

Infidelidad Permanente (Tipo C).-
Este tipo es el más destructivo. Se presenta ya no por antojo o necesidad no cubierta, sino por un conjunto de dependencias que generan en la persona que lo ejerce la sensación de seguridad en otro entorno alterno a la relación primaria. Ya no se contempla que existan necesidades no cubiertas, sino que se vive una doble realidad, donde la pareja que originalmente fungió como primaria, se convierta en la relación alterna sin notarlo. Muchas de estas relaciones no aparecen en la vida de las personas sino hasta después de la muerte. En este caso genera ya otro tipo de dependencias, la mayoría emocionales. Sin embargo, la relación alterna se convierte invariablemente en aquella que en un principio trato de aliviar. Se procrean, crían y educan otros hijos. Este tipo de infidelidad no requiere atención psicológica de pareja, ya que como tal no existe nada que rescatar, pero presenta una nueva necesidad de atender a sus miembros de forma individual, sobre todo a la pareja primaria, quien se verá fuertemente afectada.
RESUMEN
Por todo lo anterior, podemos resumir en lo siguiente: la infidelidad principalmente no es la causa sino el efecto de una disfunción en la relación de pareja. No obstante existen tipos o niveles de infidelidad que lejos de afectar a la pareja, la fortalecen; siempre y cuando se establezca abiertamente, de común acuerdo y de forma equitativa. Es una cuestión educativa y cultural al igual que todos lo elementos que hemos estudiado de las distintas etapas de la crisis de los 30 y todas las demás crisis por las que atravesamos tanto hombres como mujeres. Se origina en el síndrome de pertenencia que ya mencionamos en la parte de los celos y en el desfasamiento factorial*, ya que si aceptáramos como tal la naturaleza del ser humano y viviéramos inmersos en la realidad, no habría necesidad de prometer actitudes o sentimientos que difícilmente a lo largo de los años podremos cumplir con cabalidad. Y por lo tanto no se generarían las expectativas de exclusividad con las que hemos crecido. Estos son los hechos y debemos recordar que estos se alimentan de la realidad no de nuestras opiniones o creencias, por lo tanto el que estemos de acuerdo o no, no producirá cambio alguno ni en el origen ni en las consecuencias.
*Desfasamiento Factorial
Factores en la deformación de los procesos de comunicación interpersonal físico-afectiva en la pareja o Desfasamiento factorial.-
Proceso mediante el cual se localizan, se clasifican e interpretan los factores físicos y emocionales de la comunicación en la pareja y el factor que rompe y descompone este delicado equilibrio: el factor social. Este último genera una brecha comunicacional que contamina los procesos asertivos a los que una pareja podría acceder de manera natural y conciente.
H. Harrell (1987)

Amar es compartir!!

En el dolor y en la obscuridad de nuestros semejantes,  podemos transformar las circunstancias , solo hay que dar con el corazón de niño todo nuestro Amor!!

Desde mi Cielo!

Un video para encontrar respuestas a nuestros silencios!!

“Porque el amor…. trasciende los umbrales de la muerte”

Scm