Lilith: la primera mujer de Adán

Según consta en la literatura hebrea, Lilith fue la primera esposa de Adán. En sumerio, la palabra “Lil” significa “Aire.” El término más viejo relativo a Lilith sería la palabra sumeria “Lili” (plural “Lilitu”), que parece inferir la misma definición que nuestra palabra “espíritu”. En muchas culturas antiguas, la misma palabra para “aire” o “aliento” era usada para “espíritu.”

Lilith estaba hecha con arcilla, igual que él. Era hermosa y libre. Adán y Lilith nunca encontraron la paz juntos, pues cuando él quería acostarse con ella, Lilith se negaba, considerando que la postura recostada que él exigía era ofensiva para ella. ¿Por qué he de recostarme debajo de ti? – preguntaba – Yo también fui hecha de polvo y, por consiguiente, soy tu igual”…

La salida del Paraíso

Lilith no obedeció la orden de sumisión que le impusieron; pensaba que era igual a su marido, que tenía los mismo derechos que él porque habían sido creados con el mismo barro, no se sentía inferior, ni débil, ni dependiente. Era una mujer íntegra y como tal quería gozar, al igual que Adán, de la vida y de todo lo que ésta implicaba, incluidos la sexualidad y el erotismo.

Cansada de que Dios no atendiera sus reivindicaciones, decidió abandonar el Paraíso, antes que someterse y renunciar a sí misma. Invocó el Nombre de Dios, innombrable en toda la tradición judía, por considerar que el Nombre verdadero de cualquier ser contiene las características de lo nombrado, y por lo tanto es posible conocer su esencia y adquirir poder sobre ello. Pronunciar el nombre de Dios se convierte, pues, en una osadía suprema, un acto de soberbia mucho mayor que el de hacer directamente oídos sordos ante sus mandatos; algo, en fin, demasiado grave. Abandonó volando el Paraíso con unas alas que el mismo Dios la dio (de ahí su semejanza con los súcubos).

Luego tomó residencia en una cueva en las costas de Mar Rojo, donde hasta estos días se encuentra según la leyenda. Ella acepta a los demonios del mundo como amantes, y desova muchos miles de niños demonio, fue llamada Madre de los Demonios, —esposa de Asmodeus, el Rey de los Demonios.

Adán, mientras tanto, halló que él lamentaba la partida de Lilith. Fue con Yahweh y expuso su caso pidiendo el retorno de Lilith. Yahweh concordó que una criatura del Edén no debería partir tan fácil del reino, y dispuso tres ángeles para recobrarla.

Estos tres, Senoy, Sansenoy, y Semangelof, pronto encontraron a Lilith en su cueva y le exigieron su retorno con Adán por órdenes de Yahweh. Si se reusaba, le informaron, matarían a un ciento de sus hijos demonios cada día hasta que decidiera regresar.

Lilith exclamó que incluso esta suerte era mejor que regresar al Edén y a la sumisión a Adán. Tan pronto como los Ángeles cumplieron su amenaza, Lilith también hizo una terrible proclamación. En respuesta por el dolor infringido, mataría a los hijos de Adán. Juró atacar a los niños, e incluso a sus madres, durante el nacimiento. Juró también que los recién nacidos estaban en peligro de ser objeto de su ira, las niñas por veinte días y los niños por ocho. No solo esto, sino que también atacaría a los hombres en su sueño, robándoles su semen para dar nacimiento a más niños demonio, que reemplazarían a esos asesinados cada día.

Ante la negativa de Lilith de regresar con Adán, Dios decidió dar una nueva compañera a su creación pues proclamo que “No es bueno que el hombre esté solo”, creó a Eva a partir de una de sus costillas, y por lo tanto sumisa al hombre.

Lilith como Reina de los Vampiros

A partir de esta narración, a Lilith se le ha considerado la reina de los súcubos (demonios femeninos), por alinearse en el bando enemigo de Dios al marcharse del Paraíso. Y de ahí se ha pasado a suponerla una perversa ninfómana, que seduce a los hombres con maestría para estrangularlos después. Algunas tradiciones cuentan, que entre el cabello de Lilith se encuentran, enredados, los corazones de los jóvenes que sucumbieron a su hechizo.
Esa condición diabólica de Lilith le ha llevado a ser también la Reina de los Vampiros. No sólo mantiene relaciones sexuales con hombres a los que después asesina, sino que también se alimenta de su sangre. Es en esa encarnación donde Lilith se asimila a diferentes divinidades y monstruos femeninos presentes en la mitología clásica: Lamia, Empusa y las lamias, hijas de Hécate, diosa de la brujería; las harpías y las estriges, también macabras visitantes nocturnas; las harpías, ayudantes de las erinias o furias; las moiras o parcas, las grayas y las gorgonas, siniestras ancianas habitantes de los infiernos. En todas estas figuras se repiten las alusiones a muerte de hombres y niños.

Otras referencias mitológicas afines a Lilith se pueden encontrar en la Brunilda de los Nibelungos, o en la diablesa babilonia Lilu. La misma Reina de Saba de Salomón es un trasunto de Lilith. Etimológicamente viene del hebreo layil, (noche), y aparece representada como un demonio nocturno peludo o como una mujer de cabellos muy largos.

En la Biblia aparece una fugaz alusión a Lilith. En Isaías 34,14 se explica con todo detalle cómo Dios con su espada mata a todos los habitantes de Edom, lugar poblado por enemigos acérrimos de los judíos, y que allí quedan como dueños y señores los animales. Buitres, serpientes… y Lilith. “También allí Lilith descansará y hallará para sí lugar de reposo”. Lilith ha sido traducido por lechuza o ardilla, evitando toda referencia a la figura precedente de Eva. En nota al pie se hace constar: “Los hebreos creyeron que significaba un ser diabólico, en forma femenina, noctívago, espantajo de la fantasía popular”.

Las variaciones del mito llevan a Lilith a convertirse en seductora de los propios hijos de Adán y Eva (abordando a Caín con palabras de consuelo y reposo tras la muerte de Abel), o a asimilarla con la propia serpiente del Paraíso dando cuerpo de serpiente mientras Satán daba cara humana y la voz que sedujo a Eva (como en los frescos de Miguel Ángel de la Capilla Sixtina). Un relato de Primo Levi nos recuerda que Lilith es la amante del mismo Dios creador, y que vive en el Mar Rojo comandando una corte de demonios. Y otra tradición afirma que Samael, luego Satán, el ángel caído, se convierte en pareja de Lilith, e incluso que juntos seducen a Eva para que engendre a Caín.

¿Interesante mujer no lo creen?

Psic. Hugo Harrell


El cáncer en mi familia!!

Programa “Luz Sin Fronteras” TV Sintesis Canal 21 Tijuana.


Los invito a Conocer el testimonio de la Sra. Elsa Andrade, como un ejemplo de superación ante la adversidad y la pérdida que se genera en la familia por un cáncer…..
Para ver el video pulse el siguiente link:     El cáncer en mi familia
Les deseo Amor, Sabiduría y Confianza a todos nuestros hermanos que están pasando por esta experiencia que nos cambia la vida pero muestra nuestra grandeza.

Un abrazo de luz!!

Psic. Socorro Ceja

Decreto para la sanación y la armonía!!

Yo soy la manifestación de Dios en perfecta armonía con el universo, mi cuerpo-luz expande la curación total que proviene de la fuente divina donde se disuelven mis dudas y mis miedos.”

“Yo soy Aquí y Ahora, Verdad, Esperanza, Vida, Paz, Armonía, Amor, Belleza, Abundancia y Salud.  Soy la fuente absoluta de sanación que expande conscientemente mi esencia de luz y armonia por la voluntad toda poderosa de mi Creador”

Gracias Padre!!

¡De la vida después de la muerte!



Seguro que más de una vez os habréis hecho estas preguntas:
– ¿Hay vida después de la muerte?
– ¿El alma transciende o muere con el cuerpo?
– ¿Existe la vida eterna?¿El alma vuelve a la “Tierra”?
– ¿Iré al cielo o al infierno?

Estas cuestiones nos las hemos planteado miles de veces, hemos reflexionado sobre ellas y hemos buscado respuestas en religiones, dioses, formas de vida… Ignorando la búsqueda que teníamos que iniciar, evitando el camino que debíamos recorrer, obviando que todo está dentro de nosotros.

Bueno, centrémonos en las cuestiones que hemos formulado al principio del artículo. Desde mi punto de vista y bajo mi reflexión –que por supuesto es única y no tiene porque ser cierta– voy a dar vida a este artículo, pero antes quiero que recordéis que nadie, ni religiones, ni curas, ni sacerdotes…, puede estar seguro de lo que ocurre tras la vida, aún así haré un esfuerzo para arrojar algo de luz a la oscuridad que envuelve a la muerte:

¿Hay vida después de la muerte? La pregunta es intríncada y dificil de responder, pero para dar “una respuesta fiable” voy a echar mano de nuestro amigo y gran ciéntifico Alberto Einstein, que formuló la siguiente declaración: “La energía ni se crea ni se destruye, simplemente se transforma”. Está claro que todo lo que somos, hacemos, percibimos y pensamos es energía; esta por tal no puede apagarse sin más cuando uno llega a su fin, no se puede consumir sino que se transforma. Este morfismo puede llevarnos a un cambio de estado donde “el alma” –llamémoslo como queramos– no puede desaparecer sin más, sino que pasaría a una forma diferente de vida.Por tal ¿existe vida después de la muerte? Mi conclusión es rotunda y definitivamente SÍ.

Continuemos con la siguiente declaración: ¿El alma trasciende o muere con el cuerpo? Parte de esta cuestión ha sido resuelta en la reflexión anterior, pero no es completa. La transcendencia del alma hace referencia a una vida “consciente” tras la muerte, aquí la inferencia tiene que ser mucho mayor, ya que no hay sustrato al que nos podamos atar, no hay nada a lo que acercarnos para afrontar esta cuestión. Pero creo que sí hay una vida consciente, pero no como nos la presentan las religiones, sino una vida en la cuál nosotros elegimos quién estará allí, que personas estarán en ese tiempo eterno, que circunstancias nos acompañarán…

¿Existe la vida eterna?¿El alma vuelve a la Tierra? En cierto modo ambas preguntas tienen una respuesta afirmativa, hay una vida eterna que se divide en dos partes, la que vivimos “físicamente” y la “extracorpórea”. La física es en la que nos encontramos ahora mismo, y la extracorpórea se puede definir como “la vida después de la muerte”. Como ya nos avisó Nieszthe, la vida es un continuo devenir, pero yo este devenir lo llevó a la vida, hacieno esta eterna.

¿Existe el cielo y el infierno? Bueno en cierto modo sí existen, pero no es un juicio final que nos hace un Dios que si quiera nos conoce, ese último juicio nos lo hacemos nosotros mismo. ¿Quién mejor que nosotros conoce todos nuestros actos y puede valorar la vida física como buena o mala…? Evidentemente nadie. Según este Juicio Final propio, la vida extracorpórea será apacible y enriquecedora o al contrario sufrida, dependiendo de lo que tú mismo decidas cuando te encuentres con tus propias acciones.

Quiero recordar una vez más que esta es mi interpretación de la vida después de la muerte, es propio y ni mejor ni peor que las que nos ofrecen las religiones… Simplemente más racional y justa.

¡¡¡¡¡¡¡¡REFLEXIONAD AMIGOS Y AMIGAS!!!!!!!!

José María Aranda Carmona.

Profesor de educación y especialista en filosofía.http://arandapolitica.blogspot.com/

Inicio del Taller de Duelo "Luz Eterna"


Queridos amigos:

Les comunico con gusto que ya estamos listos para iniciar nuestro Taller de Duelo Especializado para Duelo y Pérdidas, sólo que por el momento aceptaremos 20 participantes que realmente quieran sanar su dolor y crecer en la luz y el amor…

El taller es gratuito para nuestros asistentes, gracias a  el patrocinio recibido de nuestros Sembradores de Luz (benefactores), por lo que te sugerimos si estás interesado en acudir te inscribas lo antes posible  al tel. 681-62-88 en horas hábiles.

A medida que tengamos más benefactores, seguiremos abriendo otros talleres en favor de todos Ustedes.

Gracias por su preferencia!!

Un abrazo de luz!!

Su amiga

Psic. Socorro Ceja