El Laberinto del Duelo

La etimología de laberinto no está muy clara, así pues, me remitiré a la definición que en la alta edad media dieron de laberinto. Vendría de (labor) trabajo y el lugar cerrado o interno (intus).
Podríamos decir así que un laberinto es un lugar para trabajar lo oculto, lo interno, que si lo aplicamos al hombre a nivel mental y emocional, le da un nuevo sentido como instrumento de autodescubrimiento.
El laberinto así sería una estructura arquetípica que nos muestra la forma en que vemos el mundo y lo recorremos. Lo cierto es que el laberinto tiene la finalidad de entrar de forma fácil y ser muy difícil o imposible salir de él.

Aquí vemos una gran similitud con el proceso del duelo. Cada cual se enfrenta a su propio laberinto, siendo su tamaño proporcional a la forma de ver la vida y la muerte, por eso es tan personal el duelo, a pesar que las etapas por las que se pasa son las mismas para todos, no así el tiempo de permanecer en cada una.

En el mito de Teseo, éste consigue matar al minotauro y luego salir del laberinto gracias a su amada Ariadna que le dio un ovillo, con el que consiguió salir.

El Amor es la clave que consigue recorrer el camino sin miedo a perderse y la confianza en uno mismo, la herramienta principal que mueve la voluntad, para transmutar al minotauro (nuestros miedos y emociones negativas) en una energía regeneradora y vitalizante, tal y como Mitra el dios Persa creador, renovaba la naturaleza con la sangre del toro, símbolo Lunar por alusión a la forma de media luna de sus cuernos.

En los laberintos encontramos que tienen en común una cruz central, punto cardinal que ordena el caos de sus pliegues, es el símbolo del centro del mundo, de la Jerusalén Celeste, ya que en la edad media los laberintos se llamaban, “Los caminos de Jerusalén”.

Este peregrinaje, tiene una marcada búsqueda espiritual, un viaje al centro del ser, donde todos los sufrimientos son trasformados por la visión interior.

Los laberintos están unidos también al uso eficiente de las energías, nos instan a sentir nuestra propia energía y la que circula a nuestro alrededor. Así en las catedrales góticas como la de Chartres, el laberinto está situado encima de corrientes telúricas que alcanzan su punto máximo en el centro del laberinto, haciendo sentir al peregrino de dicho laberinto una energía que eleva la sensación de Paz y de tranquilidad.

En los procesos de duelo, en la entrada a nuestro particular laberinto (La transición de nuestro ser querido), nos lleva a buscar ayuda en nuestros seres queridos, amigos, conocidos, pero sólo podemos entrar nosotros, así lo dice el mito y la realidad, el camino interior sólo lo podemos andar en primera persona.

Al igual que Teseo sabía que se enfrentaba a ser devorado por el minotauro, pero su Amor en la gracia divina (Ariadna) y confianza en sí mismo, le ayudaron a mitigar su estrés, miedos y dolor al separarse de sus seres queridos, para entrar en lo profundo de la caverna minotáurica, así tenemos que enfrentarnos al dolor.

En cada repliegue del laberinto, nos asaltan preguntas sin respuestas, ataques de ira, de rabia contenida, de miedo a dar el siguiente giro… pero debemos continuar girando en busca de la siguiente experiencia, porque el estancamiento nos lleva a morir en vida, a envenenarnos mentalmente, a odiar la vida y cada paso que damos hacia el minotauro con Amor, es un velo descorrido hacia la verdad.

Cuando llegamos al centro del laberinto, encontramos al minotauro dormido, como cuenta el mito, no era tan difícil como suponíamos, los miedos al cogerlos por los cuernos, al enfrentarlos, desaparecen y se convierten en experiencias, en aprendizaje, sin prejuicios, sin emociones encontradas, y nos dan una Paz y Autoestima que nunca imaginamos.

El duelo hay que pasarlo, vivirlo, trabajarlo, pero nunca olvidemos que tras recorrer el laberinto y llegar a tocar fondo, hay que empezar a recordar que hay una salida, una vida que vivir y que el regreso pasa por cogernos al hilo de Ariadna, al Amor que trasforma el dolor en recuerdo feliz, en Amor compartido.

Al asirnos al Amor, caminamos de regreso a vivir de forma diferente, pero a vivir al fin y al cabo, pero trasformados, revivificados por el Amor que tenemos en nuestro interior y que nos une al ser Querido. En este caso el ser trascendido sería Ariadna, que nos espera en la puerta del laberinto, en otro estado, caminando a nuestro lado en cada acción de Amor, en cada sonrisa, en cada pensamiento en el que el Amor este presente.

Ahora la vida continua, su Amor nos ha ayudado a salir del vacío, y lo ha llenado de recuerdos, experiencias y sentimientos que nos ayudan a trasformar el mundo que vivimos, lo hacemos rodeados de su esencia que nos susurra en todo momento: “Ámalos como me has amado a mí y su sonrisa será la mía”.

El Laberinto lo vemos ahora desde arriba, desde la distancia recorrida y nos damos cuenta que todo esto nos ha ayudado a transformarnos, a retomar la vida desde otro punto de vista, y a saber que tendremos que enfrentarnos a otros laberintos en nuestra vida, pero ahora sabemos que el Amor y la confianza en uno mismo y en Dios, nos mostrará siempre que hay una salida para cada situación.

Recibid un fuerte abrazo de esencia a esencia.

Guillermo J. Recourt

FELIZ DÍA DEL NIÑO!!

Hoy,  a propósito del día del niño que está por acercarse este 30 de abril, quisiera comentarles algunas cosas que me tocó escuchar en estas últimas semanas y que tienen que ver con el asunto del kínder o educación preescolar para los niños de 3 a 5 años de edad.

En el 2002 la UNESCO publicó un informe muy interesante que por la naturaleza de su contenido, obviamente no fue muy difundido en nuestro país…se trata del informe NAR. Este informe establece de una manera por demás clara, cuál es el nivel de aprovechamiento real de la información académica de nuestros estudiantes de escuelas públicas en México en contraste con las habilidades necesarias en la vida profesional adulta.

Evidentemente la Secretaría de Educación Pública no estuvo de acuerdo ya que se trata en términos simples de saber en cifras crudas, cuanto de lo que se nos enseña en las escuelas, realmente nos servirá en el futuro. Quiero hacer notar que este informe fue a nivel nacional, por lo que en estados como Guerrero, las cifras son mucho, pero mucho más alarmantes.

Hoy todos sabemos que la gran mayoría de las cosas que nos hicieron aprender en la escuela, sobre todo de nivel básico, no son de mucha utilidad, salvo algunos conceptos que por la práctica diaria pudiéramos dominar como parte de nuestros conocimientos profesionales. Pero fuera de eso, la gran mayoría de lo aprendido, en la gran mayoría de las personas, no sirve prácticamente para nada.

Este estudio realizado en varios países de Latinoamérica nos indica, por ejemplo, que lo enseñado en 6 años de primaria en términos cuantitativos sólo nos sirve efectivamente en la vida real un 7.2% es decir, que si se hiciéramos un análisis frio de los conocimientos impartidos en la primaria la podríamos cursar perfectamente en poco más de 4 meses; lo mismo ocurre con el 11.5% y 17.0% de la secundaria y la preparatoria respectivamente. De los 5 años promedio de una licenciatura únicamente nos queda un 23%. De ahí la sensación de muchos graduados de “no saber nada” al salir de la carrera.

Cabe señalar que a principios del milenio aun no se consideraba obligatoria la educación preescolar por lo que no se tomó en cuenta para este análisis; sin embargo, en un estudio privado posterior realizado por el Centro Integral de Mediación Familiar en la ciudad de México, se reveló que tanto el nivel preescolar como el nivel maestría tienen más del 75% de índice NAR, así que contrario a lo que mucha gente piensa, el nivel preescolar está considerado en muchos países del primer mundo como la base de la formación educacional, equiparable con el estudio de una maestría.

Antes del inicio del nuevo milenio, una persona que estudiaba hasta nivel licenciatura, permanecía en la escuela un promedio de 17 años, de los cuales en realidad únicamente le servían en la vida real, según estos porcentajes del estudio, poco más de 2 años en total, claro que no se están considerando los diferentes niveles de maduración en el alumno ni nada parecido, pero aquí lo grave es que por eso nuestra educación jamás ha podido ser de calidad. 17 años de estudio en poco más de 2 nos debe dar una idea aproximada de que ten lejos estamos de esa famosa “calidad educativa” de la que tanto se habla.

Ahora bien, considerando toda la educación preescolar de 3 años y dos años más de una maestría, le podríamos agregar más de cuatro años a la cuenta final del NAR…¿qué quiere decir esto? que con lo que hoy un niño aprende únicamente en el kínder, a niveles de competencias, desarrollo de habilidades y definición del tipo de inteligencias que ha de presentar a lo largo de su vida, es más de lo que una persona del siglo 20 aprendió en toda su formación académica hasta la licenciatura.

Por lo que a todas las personas que durante estas últimas semanas me comentaron acerca de que el kínder “no importaba” en la formación de un niño y de que incluso estaban contemplando la posibilidad de inscribirlos en escuelas preescolares de gobierno -para no gastar- y mejor invertirlo en los siguientes niveles de escolaridad, les sugiero que lo piensen mejor…

El kínder será uno de los dos pilares académicos, junto con la maestría, para desarrollar niveles de competencia adecuados para que sus hijos puedan sobrevivir en el complicado mundo que les estamos dejando. Claro que si la gente continúa con sus creencias tradicionales, tampoco es tan grave, de cualquier forma se necesitarán obreros, empleados y mano de obra barata también en las grandes corporaciones del futuro.

Así que a todos los niños que gozan de la enorme fortuna de tener padres que en verdad hacen un esfuerzo en ocuparse por su formación, les deseamos un feliz día del niño, al resto de los chiquitines les deseamos… pues mucha suerte!!

Psic. Hugo Harrell

¿Cómo vivo la ausencia de un ser amado?


Queridos amigos:
Desde hace tiempo,  formo parte de la comunidad Emagister;  donde hago equipo con  mi Colega Guillermo J. Recourt (España),  en la asesoría a las personas en duelo.
Hoy,  les quiero compartir este debate que iniciamos dentro del Grupo de Tanatología porque ha tenido una gran aceptación en nuestros seguidores y porque siempre  es posible aprender desde  la experiencia del otro…
¿Cómo vivo la ausencia de un ser amado?
“El Amor es la piel del conocimiento,  la vida su corazón y la muerte el aliento que nos devuelve a la vida eterna”.
Para ir al debate pulse aquí: Cómo vivo la ausencia de un ser amado

Un abrazo de luz!!

Tanatóloga Socorro Ceja

Nos estamos acostumbrando a la violencia!!

artseducationguru.com
artseducationguru.com

Mi comentario de hoy tiene que ver con una palabra que, tal vez sin darnos cuenta, hemos aumentado su uso alrededor de un dos mil por ciento. Se trata de la palabra “violencia”.

Nuestra percepción del entorno se ha modificado en los últimos años; sin embargo, no estamos del todo conscientes de que el término “violencia” lo estamos utilizando cada vez más y para más situaciones particulares en nuestra vida. Lo más grave de todo es que nos estamos acostumbrando demasiado rápido a que las cosas así están o de que así son.

Por ejemplo: en Acapulco (donde tienen su casa), ya sabemos que existen consecuencias de la guerra que el Presidente Calderón inicio en contra del narcotráfico en México, el habla del “crimen organizado”, pero el crimen organizado no es únicamente el narcotráfico, de hecho es de los más divulgados y de los que más publicidad tienen, pero no es definitivamente de los más graves; hay muchas otras formas de crimen organizado que ni siquiera se han tocado…pero en fin ese es tema de otro comentario… a lo que voy, es que hoy en Acapulco medimos cómo se percibe el clima general, dependiendo si hubo balaceras o decapitados, o no.

Permítanme explicarlo: hoy decimos: “que tranquilo estuvo Acapulco, hoy no hubo ni un muerto” en lugar de pensar: “que inseguro es Acapulco, hoy hubo más muertos” por lo que medimos la inseguridad no en cuanto se presenta, sino en cuanto “no se presenta”…a este fenómeno de percepción social, se le llama NATURALIZACION. En términos simples, es que nos estamos acostumbrando muy rápido a la violencia y a vivir dentro de ella.

En una sociedad la costumbre no necesariamente es algo positivo, la costumbre por ejemplo, te impide ser crítico y objetivo; cuando nos acostumbramos a algo así, es como cuando pasamos alrededor de un agujero en lugar de taparlo cuando podemos hacerlo. Es la aceptación de algo que aparentemente no podemos cambiar, cuando en realidad se trata de la costumbre de algo cuando no hemos querido cambiarlo, o sentimos que no podemos cambiarlo.

Muchos le llaman “adaptabilidad” pero muchos otros le llaman “conformismo, apatía e irresponsabilidad”, yo le llamaría de otra manera pero no quiero que mi gran amiga Socorro me censure.

Qué bueno que las autoridades combaten el narcotráfico, pero ¿Quién habrá sido el “experto táctico” que los asesoró en cuanto a la forma? ¿Quién les dijo que combatir el narcotráfico era agarrarse a balazos con los narcos? ¿Nadie calculó los daños colaterales?

Me parece que se les olvido mencionar (o no lo quisieron escuchar nuestras flamante autoridades) que el origen de todo mal en este sentido no es la oferta, sino la demanda…en mercadotecnia se sabe que no puede existir la oferta, si no se estimula el consumo.

No se trataba de hacernos creer que los “malos” son los que la venden y los “buenos” -los que la consumen- no tienen ninguna responsabilidad; al contrario, es mucho más grave nuestra parte como sociedad cuando no hemos podido lograr que en nuestras familias se generen con conocimientos para que se evite el consumo de drogas. Tratar de evitar a toda costa que no se vendan drogas, no soluciona que nuestros niños y jóvenes principalmente no quieran consumirlas.

Pero claro que esto pues no genera votos, ¿Cómo va a generarlos cuando se trata de aceptar una responsabilidad que todos tenemos? Es más fácil echarle la culpa a los narcos ¿no?

Que ya perdieron sus códigos éticos, que se han vuelto menos selectivos en sus ajustes de cuentas y todo eso, es muy cierto, pero ¿cómo pretendemos que eso no pase (y siga pasando), si les están pegando en sus intereses? Si nos afectaran de esa manera, déjenme decirles que muchos de nosotros también perderíamos nuestros códigos éticos; y aclaro que no es que esté a favor de la delincuencia eh porque ya conozco a los políticos del puerto (se van a querer agarrar de esto para criticarme); pero no puedo dejar de ver esa parte que nos toca y que no vamos a lograr corregir de fondo, hasta que la afrontemos: Somos igual o más responsables que los narcos como sociedad, porque no hemos logrado impedir que nuestros hijos dejen de consumir drogas.

La clave no está en que dejen de venderla, eso me parece que jamás sucederá, siempre existirá una tiendita o algún sitio escondido donde se pueda encontrar, la clave está en que se deje de consumir y eso si puede ser posible, no con programitas gubernamentales en contra del consumo de drogas, sino con la generación profunda de la conciencia social en torno a la aceptación de nuestra responsabilidad dentro de la familia. Que mi hijo no consuma drogas no dependerá de que no la vendan, sino de que él decida no consumirla y eso depende de mí como padre. No de que se dejen de matar en las calles los supuestamente “malos” y los supuestamente “buenos”.

Si no ¿Qué merito tendrían los que no la consumen? ¿No la consumieron porque nadie la vendía? O porque simplemente dijeron en su momento que no…

Psic. Hugo Harrell