Los 10 errores más comunes en el Caminar Espiritual!!


Queridos amigos:

Hoy me llegó está información a través de facebook y le he encontrado sumamente valiosa para compartirla a nuestros lectores.

Como usualmente lo hago, les invito a la propia reflexión y a interiorizar lo que sea luz y verdad para cada uno de Ustedes..

Y es que  discernir el conocimiento se hace un buen hábito para todo ser humano, espiritualmente sabemos que no se debe  caer en la rígidez y en la imposición de supuestas leyes o verdades, porque estamos interrumpiendo el proceso personal de cada uno, como facilitadores, guiadores o maestros espirituales,  sólo nos queda compartir la “semilla” para que de fruto en el corazón presto a ello.

Gracias doy a Nuestro Creador,  por esparcir estas semillas de sabiduría!!

Bendiciones!!

10 ERRORES MAS COMUNES EN EL CAMINAR ESPIRITUAL!

Cuando comenzamos a transitar el camino espiritual, buscamos la perfección en nuestras vidas. Tratamos de mejorar nuestro carácter, costumbres, ideas, alimentación, y hasta la vida social.

A veces, hacemos sacrificios con el fin de alcanzar una vida más plena y feliz; sin embargo, muchas veces no llegamos al estado de éxtasis o plenitud que anhelamos.

La decepción puede llevarnos a rechazar la disciplina que habíamos emprendido, o en el peor de los casos, puede desmoralizarnos a tal punto de pensar que “Dios se ha olvidado de nosotros”. Cualquiera sea la reacción, ésta sólo nos está señalando que hemos cometido un error. Y un error puede ser corregido.

El Universo funciona como una gran computadora: hay que saber presionar las teclas adecuadas para obtener lo que se desea. Cuando no lo estamos haciendo, la computadora se detiene, espera fría y silenciosamente la señal eléctrica correcta. El Universo tiene sus “teclas” y la metafísica nos enseña.

¿Cuáles son? Algunas escuelas esotéricas han tergiversado estas enseñanzas, quizá sin ninguna mala intención, con lo que han llevado a muchas personas a cometer errores y a frustrarse en sus expectativas.

Algunos de los errores más comunes son los siguientes:

1. ENVOLVERSE EN UNA BURBUJA DE PROTECCIÓN, O EN UNA LUZ, O EN COLOR, O EN ÁNGELES, O EN CUALQUIER OTRA FORMA QUE PROTEJA DE LOS PELIGROS QUE EXISTEN AFUERA

Lo único que logra este tipo de ejercicio es fomentar la idea de que algo externo puede tener más poder que nosotros. Nuestra mente percibe que hay algo allí afuera que puede, por ejemplo, lastimarnos o hacernos daño. Pero, según las enseñanzas espirituales, TODO ES DIOS; por lo tanto, nada puede hacernos daño.

En realidad, debería practicarse algún tipo de ejercicio de reconocimiento de la seguridad personal. Este ejercicio podría decir: “Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo, estoy rodeado de hermanos, vivo en el mundo que Dios ha creado y sólo veo amor en todas partes”. En síntesis, al elegir qué ejercicio mental o meditación hacer, se deberá buscar aquel que nos recuerde la naturaleza divina de la vida y no el peligro que percibe nuestro ego.

Muchas personas creen que repitiendo ciertas afirmaciones pueden transformar su situación personal, lo que encierra un error. No son los pensamientos lo que determinan nuestra realidad sino nuestras “creencias”. Solamente los pensamientos que hemos internalizado y tomado como nuestra verdad son los que se manifiestan. Dicho de otra manera, aquello que “sentimos” internamente que es así es lo que toma forma en el mundo externo.

La mente humana produce un promedio de 60,000 pensamientos diarios, la mayoría de los cuales son negativos. Las afirmaciones son necesarias para lograr implantar una creencia nueva en nuestra mente subconsciente y la repetición de estas afirmaciones es un procedimiento adecuado, pero hasta que no le agregamos la emoción o sensación que acompaña a esa idea, no la internalizamos como una verdad dentro de nosotros.

La repetición de palabras carentes de emoción no es efectiva. Por lo tanto, si yo repito “Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo” pero no me siento realmente seguro, de nada me servirá. Es necesario seleccionar ejercicios mentales, meditaciones o visualizaciones que fomenten las creencias de paz, armonía y prosperidad.

2. ENVIAR LUZ A OTROS PARA QUE MEJOREN

Se puede enviar luz o energía a otras personas para que se curen de cierta enfermedad, para que mejoren su situación económica, su vida afectiva, y demás.

La mayoría de estos ejercicios se parecen más a una forma de manipulación que a una verdadera ayuda espiritual. Primero y principal: si se va a ayudar a otro, hay que asegurarse de que la persona lo pida y lo necesite. Si esto no se da, tenemos que trabajar con lo que estamos percibiendo, porque el problema es algo personal que nos atañe a nosotros mismos y no a la persona que está sufriendo.

La mayoría de los problemas son sólo momentos de prueba que está viviendo un individuo; son necesarios y muy útiles para el “despertar de su conciencia”. Nunca sabemos en realidad desde afuera cuán importante puede ser para cada persona la situación que está atravesando en determinado momento. Podemos percibir esa situación como algo terrible, doloroso, injusto o innecesario, pero cualquiera sea nuestra interpretación nunca será correcta ni completa.

El enviar la luz a la persona podría acelerar o entorpecer su ritmo personal. Nuestra intervención es innecesaria y, la mayoría de las veces, no es más que un deseo egoísta de que la persona resuelva rápido su problema porque éste nos despierta angustia o dolor. Personalmente, recuerdo que una vez se acercó un amigo íntimo a decirme que estaba muy preocupado por mi situación. Yo le respondí que su preocupación no me ayudaba, que si realmente quería hacer algo bueno por mí, tenía que confiar en mí y saber que mi Guía Interior me revelaría en el momento adecuado lo que yo necesitaba hacer.

En lugar de enviar luz a otros cada vez que veas una situación difícil, comienza por enviarte luz a ti mismo para que tu Guía Interior te haga ver la Verdad que está operando en dicha situación.

3. CREER QUE VAMOS HACIA DIOS, QUE EVOLUCIONAMOS ESPIRITUALMENTE

No vamos hacia Dios, YA ESTAMOS EN DIOS. Todo lo que nos rodea forma parte del gran cuerpo universal de Dios. No evolucionamos espiritualmente. Nuestro Espíritu es Perfecto y Completo; no puede ni tiene que evolucionar.

En realidad, es un problema semántico, ya que la evolución espiritual no existe. Lo que queremos significar con eso es el despertar de nuestra Conciencia a esa perfección y cuanto más rápido lo hacemos, más plenos y felices vivimos.

Tal vez el error provenga de las enseñanzas religiosas que nos dicen que Dios está “en el cielo”, como si nosotros estuviéramos separados de El. Nosotros y el “cielo” somos UNO, y debemos aprender a reconocerlo y a vivenciarlo; en eso consiste nuestra Evolución de Conciencia o Despertar Espiritual.

4. ANGUSTIARSE O PREOCUPARSE CUANDO HAY UN FAMILIAR ENFERMO O ATRAVESANDO ALGÚN TIPO DE CRISIS

En nuestra cultura está bien visto que uno se aflija o sufra a la par de sus seres queridos; sin embargo, eso sólo aumenta el pesar. Si interpretamos nuestro pesar desde otro nivel, esto significa que creemos más en el poder de la enfermedad o la crisis que en la solución.

Cuando uno se aflige por la enfermedad de un ser querido, agrava esa enfermedad, le da más fuerza y poder. La solución es hacer un esfuerzo personal y reconocer que, más allá de nuestro entendimiento, hay una Inteligencia Superior que está actuando y que tiene el poder de restaurar completamente a nuestro ser querido, si así lo desea dicha persona.

Lo mismo ocurre con cualquier tipo de problema o crisis. Si nos afligimos, es porque nuestro ego ha aceptado que hay una fuerza más potente que el Poder Divino.

5. CREER QUE UNO HA SIDO “ELEGIDO” POR DIOS

Muchas personas que estudian en escuelas esotéricas se sienten especiales y evolucionadas. Sienten que Dios los ha conducido al lugar adecuado para su crecimiento y evolución; que la información que va a recibir es muy importante y no puede divulgarse a personas que no están tan evolucionadas, porque no tienen la capacidad para entenderla o para darle un buen uso.

Esta presunción se convierte en una forma de arrogancia, nada espiritual, que nos hace pensar que somos privilegiados, especiales, elegidos, y que los demás están descarriados o perdidos en la vida.

Esta forma de arrogancia también se ven en las religiones que se sienten propietarias de Dios. Si uno no sigue su culto, está perdido. En el Universo existe un solo Dios y es el mismo para Todos. Los humanos inventan diferentes maneras de rendirle culto, crean dogmas y doctrinas, pero, en esencia, todos adoramos al mismo Dios.

Todos somos iguales antes los ojos de Dios. Para El, nadie está más adelante ni más atrás. Nadie vale más ni menos. Cualquier interpretación y clasificación como ser especial corresponde al terreno del ego humano y no al terreno de lo divino.

6. SACRIFICARSE POR OTROS

No hay nada más inútil e insatisfactorio que sacrificarse por los demás. Las tareas que se hagan por los demás deberán hacerse con amor o, de lo contrario, evitarse. Todo lo que se hace con amor es placentero; por lo tanto, no pesa ni molesta. Por el contrario, todo lo que se hace con sacrificio genera presión interna, rencor, enojo, molestia y, a veces, hasta odio.

El sacrificio por los demás está aprobado socialmente y es muy bien visto. Uno puede sacrificarse, por ejemplo, por los hijos, por los padres, por la pareja, por la profesión, por los niños desamparados, por alguien enfermo, por la institución religiosa a la que pertenece, por la empresa que da trabajo. La lista podría ser interminable y no es más que un muestrario de la acción equivocada de nuestro ego.

El sacrificio va muy de la mano con la manipulación. Por ejemplo, una madre que ha dejado su vida de lado por los hijos, tarde o temprano, usará su postura como válida para exigir algo de ellos; el novio o novia que cambia su rutina y deja de hacer ciertas actividades por el otro tratará después de exigir lo mismo.

La próxima vez que vayas a sacrificarte por alguien, pregúntate primero si ese alguien te lo pidió. La actitud de mártir no lleva hacia Dios como muchos creen, sólo el camino del amor. Haz las cosas con amor o no las hagas.

7. DEPENDER DE AMULETOS, ESTAMPAS RELIGIOSAS, CRISTALES, VELAS, IMÁGENES, O CUALQUIER OTRO TIPO DE ELEMENTO

Es cierto que los materiales tienen su propia energía y que el contacto con ellos (en especial, con ciertos cristales cuarzos) produce cambios en nuestra vibración personal y que pueden ayudarnos en el proceso curativo. También es cierto que algunas figuras, imágenes y colores producen reacciones psicológicas que nos estimulan; a veces para bien, otras para mal.

Las estampas religiosas y otros objetos, tales como cadenas con cruces, estrellas de David y demás nos recuerdan nuestras posturas espirituales. El problema es que la mayoría de estos elementos se convierten en amuletos y les damos más poder del que en realidad tienen.

Hay personas que se sienten indefensas sin su cruz, la estampita de su santo protector, su cristal preferido o cualquier otro amuleto de su preferencia. El amuleto pasa a ser Dios. Vivir pendiente de un objeto es limitar la Presencia Divina a ese objeto. Dios es Omnipresente: está aquí, allá y en todas partes.

Lo peor sucede cuando una persona extravía su amuleto o éste se le rompe. La mayoría de las veces esto se interpreta como un presagio de que algo malo va a suceder. Esta idea es producto de creer que la persona se encuentra sin su protección y que, en consecuencia, las energías negativas pueden afectarla.

Vivimos en un Universo Mental. “Todo lo que Creemos se hace Realidad“. ¿Por qué no creer entonces que el mejor amuleto con el que cuento es mi Naturaleza Divina? Nadie ni nada puede despojarnos de lo que somos realmente.

8. CREER QUE UNO PUEDE GUIAR A OTROS O QUE PUEDE SER GUIADO

Sentir que gracias a uno otras personas se iluminan o, al revés, que la presencia de otros nos devuelve la luz es pura ilusión del ego. La verdadera Guía es Interna, es tu Intuición, la Voz de tu Espíritu. Muchas veces esa voz coincidirá con lo que escuchas de afuera y pensarás que alguien te está guiando. Pero, apenas aceptes a alguien como tu ídolo, comenzarás a fabricar tu propia decepción. Ocurre lo mismo si alguien te ha entronizado y te ha tomado como líder; en algún momento los problemas de tu vida personal lo decepcionarán.

Todos aprendemos y enseñamos al mismo tiempo. Por tal motivo, es conveniente mantener una actitud receptiva hacia las señales que recibimos de nuestro entorno y ver qué resonancia producen en nuestro interior.

No eres el salvador ni la guía de nadie. Ninguna vida depende de tus conocimientos ni de tus esfuerzos. Esto es cierto también al revés. Nadie te rescatará ni te salvará, excepto tú mismo.

El mejor Guía con que contamos está dentro de Nosotros. Nos habla con voz suave y paciente, sin obligarnos a nada; nos indica siempre el camino más corto y más feliz, nos da la idea más adecuada y la respuesta que racionalmente no podemos encontrar.

Por eso, es conveniente practicar meditación y ejercicios de relajación para poder escuchar esa voz. Si vives de prisa, tenso, angustiado y con un ritmo acelerado, seguramente no oirás la “voz de tu intuición” y buscarás guías externas.

Hay personas que son muy positivas y estimulantes, y podrán ayudarte en un principio. Evita idolatrarlas y evita también ser idolatrado. Recuerda siempre que la “Guía más válida y acertada está siempre dentro de ti”.

9. CREER QUE LOS MAESTROS ESPIRITUALES SON AQUELLOS QUE NOS PROVEEN DE LA INFORMACIÓN TEÓRICA

Tendemos a caer muy fácilmente en la creencia de que las personas que nos enseñan son adelantados y que ya han superado muchas pruebas en su vida. En algunos casos, esto es totalmente cierto; en otros, no. El hecho de que una persona transmita una determinada información no la coloca en un grado superior. Debes recordar que cualquier forma de idealización o selectividad corresponde al terreno del ego.

Los verdaderos maestros espirituales son aquellos que nos ponen a prueba y vienen “disfrazados” de hijos, padres, jefes, amigos, enemigos, animales, plantas y demás. Son aquellos que nos traen problemas. Ellos son los que realmente nos enseñan las lecciones que tenemos que aprender porque nos ponen a prueba.

Todas las religiones del mundo enseñan que Dios es Amor, que vivir con Dios significa expresar Amor a los demás. Algunas personas asisten a templos, iglesias, o escuelas esotéricas, donde reciben esta información, pero luego van a sus casas y se pelean con sus familiares, critican a sus vecinos, odian a sus jefes, a los políticos, a los animales, a individuos de otras razas o culturas. Ellos todavía no han aprendido la lección y la vida los llevará a enfrentarse una y otra vez con la misma situación o persona… hasta que aprendan a mostrar amor.

Haciendo una comparación con la enseñanza tradicional, los líderes espirituales o religiosos son los “libros” que nos dan la información; las personas que nos traen problemas son los maestros que “nos toman el examen” para ver si pasamos la prueba o no.

Existe una Ley en el Universo: Todo lo que nos molesta, complica, enreda, o todo lo que odiamos, se nos “pega”. Esto ocurre hasta que aprendemos a amar la situación. Entonces, ese problema o esa persona se convierten en el maestro espiritual de ese momento.

10. CREER QUE UNO NO PUEDE ENOJARSE, TEMER, O SENTIR CUALQUIER OTRA EMOCIÓN NEGATIVA POR ESTAR EN EL CAMINO ESPIRITUAL

Esta creencia nos lleva a una gran represión de la ira y de los enojos, que hacen su reaparición más tarde bajo la forma de rencor, crítica o rechazo. Mientras estamos en el plano terrenal, vivimos la sensaciones y las emociones de este plano. Algunas de ellas son muy placenteras, otras no.

El tener un conocimiento intelectual acerca de la acción destructiva de ciertas emociones no las hace desaparecer. Uno puede saber lo malo que es el enojo y, sin embargo, no puede evitar enojarse.

En realidad, uno sí puede evitar enojarse, o asustarse o angustiarse, pero eso exige un entrenamiento. Durante dicho entrenamiento, hay momentos en que podemos dominar la rabia y la ansiedad, y otros en los que nada puede calmarnos. Una vez que aparece el enojo, lo mejor es descargarlo de la manera más positiva posible. Es mucho peor reprimirse e intentar decir: “Todo está bien en mi mundo”, cuando uno internamente está sintiendo el deseo primitivo de querer atacar a alguien.

La mayoría de las personas que transitan el terreno espiritual son muy exigentes consigo mismas y pretenden erradicar completamente de sus vidas este tipo de reacciones. Esto no resulta desacertado pero se logra a través de un proceso. Sé amable contigo mismo y, de vez en cuando, date el permiso necesario para maldecir, golpear un almohadón, gritar, llorar y expresar, como mejor te resulte, todas las emociones negativas que te toca vivir.

La mayoría de los errores aquí enunciados están generados por la actitud crítica de nuestro propio ego. El ego no puede desaparecer por que necesitamos de él para actuar en este plano. La “solución” es ponerlo alineado con nuestro Espíritu. Amablemente, le podemos decir al ego que: “A partir de ahora, deberá seguir las indicaciones de un nuevo Maestro amoroso, amable, paciente y permanente, que nunca juzga y que sabe que siempre estamos haciendo lo mejor que podemos”. Si seguimos las indicaciones de nuestro Maestro Interior, nunca podemos fallar.

Autor desconocido

Mujer…Libera tu SER!!


Queridos amigos:
Les comparto que ayer concluimos satisfactoriamente nuestro taller gratuito de duelo “Luz Eterna” en SINDETEL, donde 25 personas aprendieron a sanar el dolor de su corazón por la pérdida de un ser querido…
Para seguir brindando estos grupos sin costo, necesito de gente como tú, que quiera dar luz y nos ayudes a transformar vidas!!
Por ello te invito a acompañarnos en este Taller Conferencia, donde aprenderás de una forma dinámica y divertida, a liberarte de las pesadas cargas sociales impuestas a la mujer.
De Mujer a Mujer… una charla diseñada especialmente para ti!!

Bendiciones y Mil Gracias por tu apoyo!!

La respiración como trasformación interior.

Transformar en este sentido sería transmutar, convertir “algo” en otra cosa, y para eso necesitamos la ayuda de la consciencia.
Nuestro sistema nervioso autónomo, gracias a Dios, nos regula las funciones vitales del organismo de manera aparentemente inconsciente, pero nuestra falta de orientación emocional, nos sumerge en un caos de taquicardias, respiraciones agitadas, hormonas luchando contra enemigos imaginarios, una serie de avisos que el cuerpo nos da, para decirnos que no estamos haciendo las cosas con armonía.
Todo organismo vivo, necesita respirar de una manera u otra, y en nuestro caso, el aire, es el gran desconocido que acaricia nuestros sentidos y nos aporta sus componentes fisicoquímicos y espirituales.
Lo compartimos con todos los seres, estén enfermos o no, sean de la raza que sea, de la religión que sea, pobres o ricos, conocidos o desconocidos… y no nos da asco, no intentamos no respirar el aire que otro ha respirado, pues el que “regula” estas funciones está lleno de AMOR, y es parte de nuestra Alma, parte de lo más sagrado que une a la Humanidad, es nuestro verdadero SER.
Sin entrar en las miles de técnicas de respiración y meditación, todas tienen en común para entrar y atravesar las puertas del SER, el control consciente de la respiración.
Todas nos remarcan también, lo importante de focalizar nuestros pensamientos en la UNIDAD y que para llegar a ella sólo debemos SENTIR y no pensar en nada más, simplemente vivir el momento.
Y lo más importante, todo esto rodeado del gran trasformador y dador de VIDA el AMOR.
Si la respiración nos ayuda a transmutar nuestro ser físico, mental y espiritual… ¿Por qué nos dicen muchas de estas técnicas espirituales, psicológicas o de cualquier tendencia, que debemos “tirar” con cada exhalación lo “negativo de nuestro SER”? ¿Por qué ensuciar ese aire que UNE, con nuestras porquerías psíquicas? ¿Por qué no reciclamos ese aire para transmutarlo y que “sirva” a nuestros hermanos? ¿Por qué no cargarlo de Amor, de Paz, de Armonía, de Consuelo, de Caridad?
Recordemos que si se vive el momento presente en armonía, no hay tiempo para darle poder a lo negativo.
Sabemos muy bien que lo semejante atrae a lo semejante y por eso al respirar conscientemente nos llenamos de pensamientos positivos, pero nunca nos planteamos en lo que sale de nosotros, de nuestros pensamientos, deseos, y actos automatizados, fundados en reacciones del pasado.
Recordar lo que el maestro Jesús decía “Oíd y Entender: no lo que entra en la boca contamina al hombre, sino lo que sale de la boca, eso es lo que mancha al hombre… Lo que sale de la boca procede del corazón.”
Sí, lo que sale de la boca, procede de la forma en cómo sentimos, del nivel de consciencia adquirido y esa es nuestra responsabilidad, sentir desde el AMOR.
En resumen, seamos transformadores de nuestro entorno, tomemos consciencia de que cómo Almas encarnadas, nuestra misión es ser transmisores de Luz, creadores de “vida”, y para eso hay que usar la voluntad de vivir en Armonía, sentir la belleza de ese sentimiento y así imbuidos de esta pasión sagrada, contagiarla hacia los mil vientos, con actos nacidos de la actitud consciente y creativa del corazón iluminado, que ha transcendido al corazón visceral en un lento pero vivo “palpitar”.
Recordar cada vez que respiréis conscientemente que salga con cada respiración una bendición para nuestros semejantes y así como lo semejante atrae a lo semejante, así vuestra Alma se llenará de dicha y felicidad.
Seamos cómo el viento suave que mece los molinos y transforma el aire en “energía” para ayudar a los seres humanos a vivir mejor.
No sembremos tempestades con tanto negativismo y reciclemos nuestras emociones negativas con las positivas.
Todo esto nos ayudará a Armonizar nuestra transformación a nivel material, haciendo de nuestras vivencias sociales, el campo de aprendizaje fundamental para desarrollar la templanza suficiente para dar el gran salto hacia el conocimiento interior que cómo el aire, se nos da gratis, nos une y nos acompaña hasta el último suspiro.
Ese último aliento vital, nos entrega en brazos a respirar un aire más puro y espiritual, en el que la consciencia se amplia y la Paz momentánea de una meditación mundana, se transforma en la gran Paz Profunda que tanto el alma nos recordó en vida y nuestra inconsciencia tan poco nos dejó percibir…
Mi deseo es que con cada exhalación llenemos el mundo con nuestros ideales más nobles, salidos de nuestros encuentros internos con Dios y que transformaremos en AMOR, en proporción directa al deseo alcanzado en nuestros CORAZONES para ser parte activa en dicha “acción Consciente”.
Recibid un fuerte abrazo y una fuerte bocanada de aire “fresco”, cómo la de la imagen que os he puesto de la obra de Josephine Wall, “La Diosa del Aire”.
Guillermo J. Recourt.

FELIZ DÍA DEL NIÑO!!

Hoy,  a propósito del día del niño que está por acercarse este 30 de abril, quisiera comentarles algunas cosas que me tocó escuchar en estas últimas semanas y que tienen que ver con el asunto del kínder o educación preescolar para los niños de 3 a 5 años de edad.

En el 2002 la UNESCO publicó un informe muy interesante que por la naturaleza de su contenido, obviamente no fue muy difundido en nuestro país…se trata del informe NAR. Este informe establece de una manera por demás clara, cuál es el nivel de aprovechamiento real de la información académica de nuestros estudiantes de escuelas públicas en México en contraste con las habilidades necesarias en la vida profesional adulta.

Evidentemente la Secretaría de Educación Pública no estuvo de acuerdo ya que se trata en términos simples de saber en cifras crudas, cuanto de lo que se nos enseña en las escuelas, realmente nos servirá en el futuro. Quiero hacer notar que este informe fue a nivel nacional, por lo que en estados como Guerrero, las cifras son mucho, pero mucho más alarmantes.

Hoy todos sabemos que la gran mayoría de las cosas que nos hicieron aprender en la escuela, sobre todo de nivel básico, no son de mucha utilidad, salvo algunos conceptos que por la práctica diaria pudiéramos dominar como parte de nuestros conocimientos profesionales. Pero fuera de eso, la gran mayoría de lo aprendido, en la gran mayoría de las personas, no sirve prácticamente para nada.

Este estudio realizado en varios países de Latinoamérica nos indica, por ejemplo, que lo enseñado en 6 años de primaria en términos cuantitativos sólo nos sirve efectivamente en la vida real un 7.2% es decir, que si se hiciéramos un análisis frio de los conocimientos impartidos en la primaria la podríamos cursar perfectamente en poco más de 4 meses; lo mismo ocurre con el 11.5% y 17.0% de la secundaria y la preparatoria respectivamente. De los 5 años promedio de una licenciatura únicamente nos queda un 23%. De ahí la sensación de muchos graduados de “no saber nada” al salir de la carrera.

Cabe señalar que a principios del milenio aun no se consideraba obligatoria la educación preescolar por lo que no se tomó en cuenta para este análisis; sin embargo, en un estudio privado posterior realizado por el Centro Integral de Mediación Familiar en la ciudad de México, se reveló que tanto el nivel preescolar como el nivel maestría tienen más del 75% de índice NAR, así que contrario a lo que mucha gente piensa, el nivel preescolar está considerado en muchos países del primer mundo como la base de la formación educacional, equiparable con el estudio de una maestría.

Antes del inicio del nuevo milenio, una persona que estudiaba hasta nivel licenciatura, permanecía en la escuela un promedio de 17 años, de los cuales en realidad únicamente le servían en la vida real, según estos porcentajes del estudio, poco más de 2 años en total, claro que no se están considerando los diferentes niveles de maduración en el alumno ni nada parecido, pero aquí lo grave es que por eso nuestra educación jamás ha podido ser de calidad. 17 años de estudio en poco más de 2 nos debe dar una idea aproximada de que ten lejos estamos de esa famosa “calidad educativa” de la que tanto se habla.

Ahora bien, considerando toda la educación preescolar de 3 años y dos años más de una maestría, le podríamos agregar más de cuatro años a la cuenta final del NAR…¿qué quiere decir esto? que con lo que hoy un niño aprende únicamente en el kínder, a niveles de competencias, desarrollo de habilidades y definición del tipo de inteligencias que ha de presentar a lo largo de su vida, es más de lo que una persona del siglo 20 aprendió en toda su formación académica hasta la licenciatura.

Por lo que a todas las personas que durante estas últimas semanas me comentaron acerca de que el kínder “no importaba” en la formación de un niño y de que incluso estaban contemplando la posibilidad de inscribirlos en escuelas preescolares de gobierno -para no gastar- y mejor invertirlo en los siguientes niveles de escolaridad, les sugiero que lo piensen mejor…

El kínder será uno de los dos pilares académicos, junto con la maestría, para desarrollar niveles de competencia adecuados para que sus hijos puedan sobrevivir en el complicado mundo que les estamos dejando. Claro que si la gente continúa con sus creencias tradicionales, tampoco es tan grave, de cualquier forma se necesitarán obreros, empleados y mano de obra barata también en las grandes corporaciones del futuro.

Así que a todos los niños que gozan de la enorme fortuna de tener padres que en verdad hacen un esfuerzo en ocuparse por su formación, les deseamos un feliz día del niño, al resto de los chiquitines les deseamos… pues mucha suerte!!

Psic. Hugo Harrell