El poder de la oración en momentos de duelo


En los momentos de duelo, muchas personas se refugian en la oración y otras reniegan de sus creencias, se dicen: ¿Por qué a mí?, ¿Qué mal he hecho yo?, ¿Existe la justicia divina? Etc…
El que no cree en nada se vuelve muchas veces creyente y el creyente se vuelve ateo. ¿Qué nos ocurre en los momentos de pruebas importantes en nuestras vidas con nuestros conceptos espirituales?
La respuesta es simple. Tenemos por una parte una noción equivocada de Dios y sus leyes, por otra parte no vivimos nuestra espiritualidad, simplemente intelectualizamos esos conceptos espirituales y por último la verdadera fe fundada en el conocimiento interior, en estas circunstancias se ve bloqueada por las emociones compulsivas, no dejando a la mente razonar bien, sumiéndonos en un caos temporal.
Sea el caso que sea, lo importante es que aprendemos mucho de estas circunstancias y utilizando la maravillosa comunión entre mente y corazón, renacemos cual ave fénix, a una nueva consciencia, pasado cierto tiempo.
Cuando los sentimientos se equilibran y la razón coge de nuevo las riendas de la vida, podemos valorar imparcialmente dónde estamos y hacia donde queremos dirigir nuestra vida después de la pérdida sufrida.
Todas las culturas, así como los grandes místicos y fundadores de las grandes religiones, nos han enseñado la importancia y el valor de la oración para armonizarnos y comulgar con la divinidad.
Hay plegarias de agradecimiento, plegarias de intercesión, plegarias de petición, plegarias de alabanza, pero todas ellas llevan en común que para que sean realmente efectivas uno debe prepararse para “sintonizar” con esa escala elevada de vibraciones espirituales, debe ascender de alguna manera por esta escalera celestial y no es precisamente con el intelecto que se atraviesa este puente con la divinidad.
El primer paso que nos aconsejan es hacer una reflexión de si somos dignos de recibir esta comunión espiritual. La respuesta es un rotundo SI, siempre que mantengamos en mente una actitud de humildad y arrepentimiento sincero, en una palabra, necesitamos purificarnos para poder elevar nuestra consciencia y poder “hablar” el mismo idioma a la hora de armonizarnos espiritualmente.
Se recomienda buscar un lugar tranquilo, relajarse, respirar profunda y rítmicamente y sentir dentro de nosotros esa chispa espiritual que todos poseemos. Para ello es importantísimo desear con el corazón esa comunicación, pensar con sentido común y que la petición no sea egoísta y redunde en beneficio de todos.
Después de sentir una paz confortante, es la hora de seguir con nuestra vida y tener plena fe en Dios, y llevar siempre en mente que se haga su voluntad y nos muestre cómo captarla y diferenciarla de nuestros deseos mundanos.
Cualquier gracia que recibamos de la providencia divina, debemos siempre compartirla con los demás, sin necesidad que sea de forma material, ya que un abrazo, una sonrisa, un paseo, una conversación, una flor, tiempo para compartir, o cualquier acto que alegre, consuele, o demuestre afecto y amor, vale mucho más que todo el oro del mundo.
Así pues el poder de la Oración, parte de entrar en periodos de comunión espiritual diarios, pedir más por los demás que por nosotros mismos, hacer las cosas que más nos cuestan antes que las fáciles nos templan la voluntad y este temple sirve luego para canalizar de manera efectiva los dones que la Oración nos provee que suelen ser, Salud, Paz, Armonía y Amor. ¿Qué más se puede desear?
Para finalizar deseo compartir mi oración preferida, que es de San Francisco de Asís:
Señor:
¡Haz de mí un instrumento de tu PAZ!
Que donde haya Odio, yo ponga AMOR.
Que donde haya Ofensa, yo ponga PERDÓN.
Que donde haya Discordia, yo ponga UNIÓN.
Que donde haya Error, yo ponga VERDAD.
Que donde haya Duda, yo ponga FE.
Que donde haya Desaliento, yo ponga ESPERANZA.
Que donde haya Tinieblas, yo ponga LUZ.
Que donde haya Tristeza, yo ponga ALEGRÍA.
¡Oh Maestro!, no busco tanto el ser consolado, sino el CONSOLAR.
El ser comprendido, Sino el COMPRENDER.
El ser amado, sino AMAR.
Porque es olvidándose como uno se encuentra.
Es perdonando, como uno es perdonado.
Es dando, como uno recibe.
Es muriendo como uno resucita a la vida.
¡Un fuerte abrazo de Luz y Paz para todos y que Dios les bendiga a todos!.
Guillermo J. Recourt.

¡Cómo salir del sufrimiento!

Sufrimiento

Cuando se está en duelo por una pérdida significativa, es absolutamente comprensible que se viva un dolor águdo en los primeros meses de la pérdida, más prevalecer por tiempo indefinido con ese malestar ya es señal de un sufrimiento innecesario o patológico.

¿Cuál es la diferencia entre dolerse y sufrirse?

El impacto de un suceso, de una noticia, de un diagnóstico nos produce un gran caos, crisis que nos exigen cambios, flexibilidad, adaptación, son fases internas y externas que nos duelen en lo físico, lo emocional, lo social y lo espiritual.  El dolor es localizable porque devela una herida profunda, más como toda herida “bien atendida” también conlleva la naturaleza a la sanación.

Sufrir es mantener consciente o inconscientemente  en el dolor profundo,  significa resistencia, cuando no se aceptan las cosas como son,  es no querer vivir  los momentos o las situaciones que nos rodean,  y esta lucha provoca un dolor crónico que enloquece la mente y rompe el alma.  Es no dar a la herida permiso para sanar, al contrario…. se lleva abierta para recordar un vacío y una ausencia de amor .

Obstáculos a vencer


La muerte de un ser querido  o una pérdida significativa puede ser una fuente de crecimiento o un hábito de sufrimiento.
Para sanar el Sufrimiento  hay unos obstáculos a vencer:

Enojo prolongado: Uno de los principales obstáculos para curar  el dolor es el enojo, por haber sido abandonados,  el enojo por no haber actuado con más tiempo,  por no haberse cuidado, por no despedirnos,  etc.
El enojo adquiere muchas formas y se expresa de muchas maneras pero a menos de que examinemos nuestros sentimientos y enfrentemos esa ira, podemos obtener la fuerza, la voluntad y el amor para decir adiós.
Las cadenas de los pensamientos: Cuando ocurre la muerte, no la expliques ni trates de comprenderla con los pensamientos, sólo te alejará de la verdad,  la muerte tiene una revelación única y personal para cada uno, los pensamientos son impulsos de energía que pueden construir un cielo o un infierno. 
Nostalgia Tóxica: No debemos seguir en el pasado, añorando, rumiando, desconsolados por lo perdido.

Miedos: Paralizan nuestra vida, porque los alimentamos con nuestros pensamientos y   dudas. Se enfrentan tomando la responsabilidad de nuestra vida

Ignorancia: Es la visión nublada por el deseo y el apego, es un condicionamiento que no nos permite ver el estado real de las cosas que nos suceden.

Condicionamientos: La sociedad nos enseña a ganar, pero no a perder, a restar, pero no a sumar. Son patrones de pensamiento y conducta que asumimos como verdaderos.

Rol patológico “la víctima y la resignación”: Lamentablemente nuestra sociedad concede un falso valor a la persona que sufre, estos roles permiten no asumir la vida y buscan la atención.

Adormecer o quitar el dolor. Es continuar con actitudes de fortaleza y negación (no lo acepto, lo rechazo)

Pesimismo: Es continuar con el escombro y agregando más basura mental y una visión distorsionada de la realidad.

Palabras tóxicas que nos encadenan al sufrimiento:
1. Es difícil
2. No debería ser así
3. No es justo
4. Es terrible
5. No puedo soportarlo
6. Cada vez me siento peor
7. Ya es demasiado tarde
8. No sé como
9. Ya me resigné

10. Es mi culpa
11. Si hubiera….

¿Cómo  salir del sufrimiento?

  • ¡  Para salir del sufrimiento hay que entenderlo, comprenderlo, asimilarlo, aceptarlo e integrarlo, como ingrediente esencial de la maduración del ser!
  • ¡Hay que hacer una elección y reasignar un nuevo sentido a tu vida, puedes ser feliz  y llevar una vida plena a pesar de tu pérdida!

Los invito a partir de este momento, a  decir adiós a todo lo que impide su crecimiento y sanación del dolor, encuentren  la fuerza del espíritu  y apóyense  de él para reconstruir  una vida  con una consciencia más espiritual,  que es la que nos hacerca a nuestro ser, a nuestros seres queridos que nos rodean y a la memoria y presencia espiritual de nuestro ser trascendido.
Recursos Internos para Salir del Sufrimiento:

  • Voluntad
  • Autoconocimiento
  • Reflexión
  • Confiar en tus recursos personales
  • Cambio de patrones mentales
  • Sentido de la pérdida
  • Ejercicio de la Espiritualidad

El Sufrimiento sana  cuando   concentro mi energía para:

  1. vivir en presente
  2. vivir en profundidad
  3. vivir en fraternidad-solidaridad
  4. vivir constructivamente el dolor

¡Recuerden, quiénes buscan el significado en la pérdida sufren menos!

A pesar del dolor, es posible  reencontrar un sentido nuevo y de más significado para su vida, no añoren el pasado, no teman por el futuro, sólo vivan el momento con amor, hoy tienen la oportunidad de cambiar el significado de su vida, y así también  cambiarán el momento de su partida.

Todos podemos ir más allá de la pena y la pérdida para reorganizar la vida en un forma nueva y significativa!, el amor trascendente requiere un compromiso con el aquí y el ahora, significa vivir en el presente con honestidad, apertura y flexibilidad al cambio.

El enfrentarnos a nuestras pérdidas nos conduce a un crecimiento, una maduración y un enriquecimiento personal. Sólo tienen el hoy y la vida es frágil, vivan con plenitud, disfruten sus momentos de alegría y permítanse los momentos de dolor,  no dejen para mañana sus sueños, sus afectos, sus relaciones, su plenitud.

En un acto de amor , es posible encontrar la fuerza para declarar que  a pesar de  la ausencia física y del silencio, la vida debe seguir adelante, que la vida continúa y puede ser buena para todos, no porque los hayamos olvidado; justamente lo contrario, porque hemos elegido recordar sus cualidades y defectos, sus ideas, su esencia y su amor.

Así elegimos quedarnos con ellos no en la muerte, sino en la vida, y en honor a su memoria buscar reconstruirnos a la luz  de su  nueva  presencia espiritual,  quién será la guia  para la sanación de nuestro dolor.

Te deseo

Paz, Amor, Sabiduría y Consuelo

Tu amiga

Psic. Socorro Ceja

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Desde mi Cielo!

Un video para encontrar respuestas a nuestros silencios!!

“Porque el amor…. trasciende los umbrales de la muerte”

Scm

Decir adiós….

“La muerte no es nuestra mayor pérdida.Nuestra mayor pérdida es lo que muere dentro de nosotros”.

Norman Counsins

En la vida tenemos muchas puertas que abrir y otras que cerrar, decir hola y también decir adiós, esas situaciones se reconocen como pequeñas pérdidas y son necesarias para seguir creciendo en la vida. Estas pérdidas cuando se presentan en nuestra vida nos conduce a un proceso de duelo, que es toda respuesta física, emocional y espiritual que tiene el ser humano ante lo que ya no tendremos más: algo o alguien importante, amado o significativo en nuestra vida.

El adiós que más dolor produce es el que decimos a un ser querido, nos desgarra el alma tener que aceptar que ya no lo veremos más, podemos sentirnos confundidos, desesperanzados, enojados, tristes, solitarios, etc. Es totalmente normal que ante una pérdida tengas sentimientos encontrados, o que te sientas lastimado y desconcertado, en algunas ocasiones que te de miedo el presente y el futuro y que sientas que no hay esperanza para ti; no es tarea fácil encontrar respuesta a todas nuestras preguntas que se originan ante el dolor del vacío y la ausencia de la presencia amada, tenemos un corazón desgarrado que gime en silencio por el amor perdido.
Aprender a decir adiós, nos reencuentra con nuestra fuente de amor y con la profundidad de nuestro ser, el dolor y la tristeza bien encaminados, se convierten en generadores de inspiración y de grandeza.

¿Qué es el duelo?


Al experimentar una pérdida significativa, vivimos un proceso de duelo, una fuerte crisis que nos deja una fractura emocional y espiritual, donde nos encontramos impotentes e indefensos a una realidad que nos duele profundamente y que nos cuesta trabajo aceptar.

  • Duelo, del latín dolus (dolor), es la respuesta emotiva natural a la pérdida de alguien o de algo.
  • Luto, del latín lugere (llorar), es la aflicción por la muerte de una persona querida, se manifiesta con signos visibles externos, comportamientos sociales y/o ritos religiosos.

La finalidad de un duelo es dar expresión y cause sano a los sentimientos, serenando  el sufrimiento  de la separación,  es para aceptar la realidad de la pérdida y si esta fuera por muerte, es para relacionarse de una nueva manera con el ser trascendido,  amarlo con un nuevo lenguaje de amor en su nueva presencia espiritual .  En este proceso  encontraremos   un significado a nuestra vida.
Características del Duelo
1.- Es inevitable: Ser sano implica estar constantemente sumergido en experiencias de duelo
2. Conlleva sufrimiento: El proceso de duelo se asemeja al pasaje por un túnel. El único modo de salir de él es atravesarlo.
3. Es portador de crecimiento: No se puede crecer sin sufrir.
Mecánica del Proceso de  Duelo
Es normal que en ocasiones estemos tranquilos y serenos y en otras ocasiones podemos estar en absoluta tristeza, desesperación, dolor y enojo,  el duelo es sí tiene  Subidas y Bajadas.
Pasos a seguir en el Duelo:

  1. Procesar: el duelo tiene un inicio y un fin,  no estaremos por siempre en el dolor.
  2. Elaborar: confrontar nuestros de pensamientos, emociones y sentimientos, pasar del sufrimiento a la serenidad.
  3. Reconstruir:  Hacer una mejor versión de mi persona y de la vida
  4. Trascender: Crecer en el amor,  para vivir plenamente a pesar de mis circunstancias de vida.

Tipos de Dolientes:

  • Activos: Buscan ayuda,  aceptan  su pérdida y crecen interiormente
  • Pasivos: Se aislan, se  resignan con el tiempo y sufren indefinidamente

Tipos de Pérdidas:

  • Reales : son las cosas físicas, tangibles
  • Simbólicas: sueños, ideas, sentimientos, etc

¡El duelo es un proceso dinámico, necesita de acciones porque el tiempo por sí solo NO sana las heridas!
Lo que NO te ayuda  si estás en duelo es creer :

  • Que si hablas de tus sentimientos te encontrarás peor.
  • Que hacerse el fuerte y disimular es bueno.
  • Que nadie te puede ayudar o que nadie sabe cómo te sientes.
  • Que lo mejor es controlar tus emociones y hacer como si no te pasa nada.
  • Que lo tuyo es lo peor o lo contrario que no es nada….

Para trascender el dolor, es necesario permitirnos sentirlo , no se controla, no se evita ni se rechaza, al contrario,  el dolor  es nuestro mejor maestro que nos eleva a una  autoconciencia.  Cuando le escuchamos y le reconocemos cambia su naturaleza,  Para recuperarnos  en su totalidad es preciso curar los dolores: físico, psicológico, social y espiritual,  recuperar nuestro mundo (es sus dimensiones de  realidad, sentido de la vida y la personalidad, ). Estas son las 2 grandes tareas del duelo.
Signos concretos de recuperación:

  1. La capacidad de recordar y de hablar de la persona amada sin llorar o desanimarse
  2. La capacidad de entablar nuevas relaciones y de sumergirse en los desafíos de la vida

Importante: Información, Compañía,   Conversación y  Tiempo.
“ Si aceptamos el duelo como una comprensible respuesta humana a una pérdida o separación, se deduce que en cierto modo estamos siempre en duelo, aunque no clínicamente deprimidos. Las pérdidas reales o simbólicas están siempre presentes y deben afrontarse, aunque sea sólo en la periferia de nuestra existencia.”

Dr. Carr

El proceso de duelo se asemeja al pasaje por un túnel. El único modo de salir de él es atravesarlo. Quien evita entrar en el túnel, elude el itinerario necesario para volver a entrar en la vida, posterga y prolonga el dolor.