FELIZ DIA DE LA MUJER (un poco atrasado)

Me gustaría hacer referencia a una fecha por demás importante y significativa….el día de la mujer, pero no como nos lo quieren imponer, ya que por qué debemos celebrar un día en especial a las mujeres, cuando el respeto, la admiración y el amor hacia ellas, se supone que debería ser cosa de todos los días…
Sin embargo, ya saben que culturalmente nos hacen creer que debe haber “un día” en particular, para que de manera por demás forzada o inducida, debamos poner atención a las personas que nos rodean y que muchas veces sin estos días especiales, pues al parecer, pues pasarían inadvertidas.
Pero entonces ¿por qué resulta importante y significativo como mencioné al principio?
Pues simplemente porque nos da la oportunidad de reflexionar acerca, no nada más del papel de las mujeres en todos los ámbitos de la vida, sino también para poder realizar un análisis profundo acerca de por qué las mujeres han sido estigmatizadas, ultrajadas, desvaloradas y demás durante toda la historia de la humanidad.
Les comento que después de muchas horas de discusión entre varios especialistas de ambos sexos en el tema aquí en Guerrero, hace poco llegamos a la conclusión, de que hoy resulta más cómodo poder tener a quien culpar por lo que no se puede lograr, que tomar la responsabilidad de saber que todo lo que hacemos tiene consecuencias y que hay que afrontarlas; y que cuando una mujer permite que alguien, (que desgraciadamente la mayoría de los casos pues somos los hombres los que ejercemos ese poder…) permite que alguien, decida sobre todas o casi todas las áreas de su vida por sentirse, protegida, querida, tomada en cuenta, no sola, o por querer darle según ellas una “mejor vida” a sus hijos, pues resulta entonces paradójico que sean ellas mismas las que provocan lo que en principio pretenden evitar.
Con excepción de la iglesia (OBVIEMENTE), hoy la mujer tiene la oportunidad de acceder a todas las áreas que en principio estaban acaparadas por los hombres, sin embargo, aunque aún nos falta mucho por trabajar en cuestiones de equidad, hemos visto que las mismas mujeres muchas veces no están dispuestas a sacrificar ciertas “comodidades” por así llamarlas, a cambio de tener que trabajar para asegurarse el sustento ellas mismas.
Hago la aclaración de que esto no es una regla, sin embargo, aun las mujeres que se salen de esta inmensa y alarmante mayoría, no pueden defender cabalmente a sus congéneres, ya que siempre hacen referencia a alguna amiga, conocida, pariente o vecina que efectivamente ha permitido una serie de atrocidades por parte de su pareja o de su jefe o de alguna autoridad masculina, por cuidar o por conservar el status que posee en ese momento.
Me encontré una cita por ahí que ha resultado ser muy reveladora, sobre todo para los que nos dedicamos al tema de la equidad de género, porque se trata del punto de vista de una mujer hacia otras mujeres y esto siempre es interesante reflexionarlo, ya que no se trata de criticar por criticar, sino siempre en el ánimo de poder generar esa conciencia que nos permita crecer y mejorar en aquellos aspectos donde definitivamente no somos felices, pero no como hombre o mujer, sino como seres humanos sin distinción de géneros o de roles sociales.
Decía pues esta celebre y controvertida “actriz” Marylin Monroe que: “Tener una carrera profesional es una cosa maravillosa, pero que no servía para acurrucarse con ella en una noche fría”; con esta frase hemos podido constatar que en nuestra sociedad, muchas mujeres se enfrentan a la disyuntiva de tener que elegir entre alcanzar el éxito profesional o tener una pareja, ya que al parecer las dos cosas no se llevan muy bien que digamos.
Y esto se debe a que a los hombres nos da pavor….pánico, vernos debilitados o intimidados ante una mujer exitosa; no podemos perdonarles que ganen más que nosotros o que su carrera vaya en ascenso mucho más aprisa que la nuestra…se supone que “no debería ser así…” nos enseñó la sociedad que nosotros teníamos la OBLIGACION de ser exitosos para ganar lo suficiente para poder ser el sustento de una familia y que si no lo hacemos de esa manera, entonces nuestra “hombría” se ve amenazada, nos pasa lo mismo en varios temas de la sexualidad pero ese será motivo de otro comentario…
Pero en el aspecto profesional y laboral no hemos podido comprender que si las mujeres ahora ganan más que nosotros o si son más exitosas que nosotros, esto lejos de ser una amenaza a nuestra supuesta hombría, se trata de que ahora podemos contar con el apoyo de nuestra compañera en un mucho más amplio sentido de equidad e igualdad y que esto permitirá que las familias crezcan en ambientes menos violentos y más integrados…pero pues esto sigue siendo tan relativo, que si hablamos de estadísticas, pues desgraciadamente seguirán siendo muchas…pero muchas más las mujeres que preferirán tener un sustento económico a cambio de dos o tres cachetadas a la semana, y así me lo mencionó una paciente hace 3 semanas. Comentó que su relación “ya no estaba tan mal” como le habían hecho creer al principio, porque desde que asistía a terapia, la verdad es que su marido ya había cambiado y que ahora ya no le pegaba tanto; y que eso la hacía sentir muy feliz….
Este comentario fue hecho por una mujer de 43 años de nivel socioeconómico bastante alto aquí en Acapulco…. Con eso les digo todo…esperemos que estas fechas por venir, sirvan entonces para reflexionar y que esto nos lleve a una verdadera relación de equidad para que no tengamos que celebrar un día especifico de la mujer, sino poder celebrarlas todos los días del año…o entonces que nos asignen un día a nosotros también por aquello de la equidad…Hasta aquí esta vez mi comentario…

Retratos de Mujer: Ni Víctimas, Ni Victimarias…


http://www.artelista.com/obra/5258015383710632-elbailedelmiedo.html
Rosario Olarte (España)

En estos días dedicados especialmente a la mujer, es común tener información acerca de estadísticas y datos que confirman la situación del género femenino en México. Si bien, todas aparentemente muestran algún avance en los últimos años en temas de equidad, oportunidades y remuneración, el panorama que se aprecia aun es bastante dramático y triste.

Una forma arraigada de tratar los temas de mujeres es a través de mostrar nuestras desventajas ante el sexo masculino, retratándonos como discriminadas, indefensas, reprimidas por las tradiciones y castigadas por la historia, en resumen, como víctimas.

Este “retrato” ha dividido a las mujeres y nos ha forzado a tomar diferentes posiciones, ya sea a identificarnos con esa imagen desfavorecida, adoptando la posición de víctimas, o bien, a tomar otro frente de batalla y luchar toda nuestra vida con argumentos feministas,   para no parecernos a los hombres, ni por error.

Todo tiene un precio, y el que estamos pagando las mujeres es probablemente muy alto:

  • Nos canibalizamos, adoptando posiciones misóginas, aunque parezca absurdo, el menosprecio y la aversión que sentimos por las “liberales” o las “pobres” amas de casa lo confirman.
  • Perdemos credibilidad Al utilizar las “debilidades” de nuestro género como ventaja, tal como en casos como el de Kalimba, o lo comprobamos con nuestras amigas en procesos de divorcio, quienes manipulan la custodia de los hijos y sacan ventaja de la protección de la ley, abusando de los acuerdos.
  • Tenemos todos los síndromes, el Síndrome de Wendy por proteger al  hombre inmaduro y que no quiere crecer “Peter Pan”,  permanecemos atrapadas eternamente en el país de Nunca Jamás. El Síndrome de La Doble Jornada: porque llegamos a nuestras casas a invertir otras 50hrs semanales, después de nuestro horario laboral, quedando exhaustas y vacías. El Síndrome de la Súpermujer, por generar expectativas de perfección inalcanzables en todos los roles que tenemos, sin ser conscientes que en el intento, “castramos” a nuestras parejas y vivimos eternamente frustradas porque al final fue eso, solo un intento. Síndrome de Cenicienta, Síndrome de La Abeja Reina, Síndrome de La Mujer Maltratada, y una innumerable serie de síndromes que nos aquejan.
  • Luchamos la guerra de los sexos, no sólo hemos generado enfrentamientos con el sexo masculino, defendiendo argumentos aprendidos, lo más triste es que ahora somos sordas y no escuchamos a los hombres. Los hemos excluido radicalmente cuando queremos abordar temas femeninos, cuando son ellos quienes tienen un lugar determinante en esta búsqueda de la equidad.

Lo importante ahora, es cambiar ese retrato, generar una imagen de la mujer que no provoque una cómoda limitación y que tampoco nos haga salir corriendo. Es momento de plantear la realidad femenina en otros términos.

Concentrémonos, en ir más allá de las opiniones y tomemos tres sencillas acciones y compromisos:

  1. Cambiemos la forma de expresarnos, nuestro propio lenguaje, dejemos en segundo plano la discriminación y empecemos a plantear como prioridad el potencial femenino. Hablemos en términos de responsabilidad;  intercambiemos “ayuda para la mujer” por tal vez  “acompañamiento de mujeres”. Programas, documentos, estadísticas, talleres, conferencias podrían estar basados en una misma premisa: Que las mujeres somos responsables de nuestras propias decisiones y que tenemos, en mayor o menor medida, recursos para cambiar la propia realidad.
  2. Hagamos partícipe a la voz masculina, involucremos a los hombres en nuestros planteamientos,  porque podemos utilizar nuestras diferencias para construir soluciones integrales, los grandes autorretratos se realizaron gracias a un espejo.
  3. Aceptémonos como seres interdependientes, ya pasaron los tiempos de luchar por los hombres, o contra los hombres. Ahora es tiempo de construir una nueva cultura femenina con ellos y con ellas, es tiempo de dejar de competir.

Un retrato de la mujer, basado en la responsabilidad y en el desarrollo de su potencial, consciente de su interdependencia y abierta a la voz masculina.

¡Ni Víctima, Ni Victimaria!…este retrato permitiría la identificación de todas las mujeres, sin luchas ni divisiones y con una visión de crecimiento…  finalmente. ¡Eso es Equidad!

¡¡ Feliz Dia de la Mujer !!

Les desea su amiga

Lizbeth Escárcega

Psicóloga Social, especialista en intervención en crisis, conferencista y entrenadora en temas de desarrollo humano, fundadora del proyecto “Mujeres en Crisis” y Directora de Coaching y Human Care en ARIVA life & business Coaching

lizbethescarcega.blogspot.com

Lilith: la primera mujer de Adán

Según consta en la literatura hebrea, Lilith fue la primera esposa de Adán. En sumerio, la palabra “Lil” significa “Aire.” El término más viejo relativo a Lilith sería la palabra sumeria “Lili” (plural “Lilitu”), que parece inferir la misma definición que nuestra palabra “espíritu”. En muchas culturas antiguas, la misma palabra para “aire” o “aliento” era usada para “espíritu.”

Lilith estaba hecha con arcilla, igual que él. Era hermosa y libre. Adán y Lilith nunca encontraron la paz juntos, pues cuando él quería acostarse con ella, Lilith se negaba, considerando que la postura recostada que él exigía era ofensiva para ella. ¿Por qué he de recostarme debajo de ti? – preguntaba – Yo también fui hecha de polvo y, por consiguiente, soy tu igual”…

La salida del Paraíso

Lilith no obedeció la orden de sumisión que le impusieron; pensaba que era igual a su marido, que tenía los mismo derechos que él porque habían sido creados con el mismo barro, no se sentía inferior, ni débil, ni dependiente. Era una mujer íntegra y como tal quería gozar, al igual que Adán, de la vida y de todo lo que ésta implicaba, incluidos la sexualidad y el erotismo.

Cansada de que Dios no atendiera sus reivindicaciones, decidió abandonar el Paraíso, antes que someterse y renunciar a sí misma. Invocó el Nombre de Dios, innombrable en toda la tradición judía, por considerar que el Nombre verdadero de cualquier ser contiene las características de lo nombrado, y por lo tanto es posible conocer su esencia y adquirir poder sobre ello. Pronunciar el nombre de Dios se convierte, pues, en una osadía suprema, un acto de soberbia mucho mayor que el de hacer directamente oídos sordos ante sus mandatos; algo, en fin, demasiado grave. Abandonó volando el Paraíso con unas alas que el mismo Dios la dio (de ahí su semejanza con los súcubos).

Luego tomó residencia en una cueva en las costas de Mar Rojo, donde hasta estos días se encuentra según la leyenda. Ella acepta a los demonios del mundo como amantes, y desova muchos miles de niños demonio, fue llamada Madre de los Demonios, —esposa de Asmodeus, el Rey de los Demonios.

Adán, mientras tanto, halló que él lamentaba la partida de Lilith. Fue con Yahweh y expuso su caso pidiendo el retorno de Lilith. Yahweh concordó que una criatura del Edén no debería partir tan fácil del reino, y dispuso tres ángeles para recobrarla.

Estos tres, Senoy, Sansenoy, y Semangelof, pronto encontraron a Lilith en su cueva y le exigieron su retorno con Adán por órdenes de Yahweh. Si se reusaba, le informaron, matarían a un ciento de sus hijos demonios cada día hasta que decidiera regresar.

Lilith exclamó que incluso esta suerte era mejor que regresar al Edén y a la sumisión a Adán. Tan pronto como los Ángeles cumplieron su amenaza, Lilith también hizo una terrible proclamación. En respuesta por el dolor infringido, mataría a los hijos de Adán. Juró atacar a los niños, e incluso a sus madres, durante el nacimiento. Juró también que los recién nacidos estaban en peligro de ser objeto de su ira, las niñas por veinte días y los niños por ocho. No solo esto, sino que también atacaría a los hombres en su sueño, robándoles su semen para dar nacimiento a más niños demonio, que reemplazarían a esos asesinados cada día.

Ante la negativa de Lilith de regresar con Adán, Dios decidió dar una nueva compañera a su creación pues proclamo que “No es bueno que el hombre esté solo”, creó a Eva a partir de una de sus costillas, y por lo tanto sumisa al hombre.

Lilith como Reina de los Vampiros

A partir de esta narración, a Lilith se le ha considerado la reina de los súcubos (demonios femeninos), por alinearse en el bando enemigo de Dios al marcharse del Paraíso. Y de ahí se ha pasado a suponerla una perversa ninfómana, que seduce a los hombres con maestría para estrangularlos después. Algunas tradiciones cuentan, que entre el cabello de Lilith se encuentran, enredados, los corazones de los jóvenes que sucumbieron a su hechizo.
Esa condición diabólica de Lilith le ha llevado a ser también la Reina de los Vampiros. No sólo mantiene relaciones sexuales con hombres a los que después asesina, sino que también se alimenta de su sangre. Es en esa encarnación donde Lilith se asimila a diferentes divinidades y monstruos femeninos presentes en la mitología clásica: Lamia, Empusa y las lamias, hijas de Hécate, diosa de la brujería; las harpías y las estriges, también macabras visitantes nocturnas; las harpías, ayudantes de las erinias o furias; las moiras o parcas, las grayas y las gorgonas, siniestras ancianas habitantes de los infiernos. En todas estas figuras se repiten las alusiones a muerte de hombres y niños.

Otras referencias mitológicas afines a Lilith se pueden encontrar en la Brunilda de los Nibelungos, o en la diablesa babilonia Lilu. La misma Reina de Saba de Salomón es un trasunto de Lilith. Etimológicamente viene del hebreo layil, (noche), y aparece representada como un demonio nocturno peludo o como una mujer de cabellos muy largos.

En la Biblia aparece una fugaz alusión a Lilith. En Isaías 34,14 se explica con todo detalle cómo Dios con su espada mata a todos los habitantes de Edom, lugar poblado por enemigos acérrimos de los judíos, y que allí quedan como dueños y señores los animales. Buitres, serpientes… y Lilith. “También allí Lilith descansará y hallará para sí lugar de reposo”. Lilith ha sido traducido por lechuza o ardilla, evitando toda referencia a la figura precedente de Eva. En nota al pie se hace constar: “Los hebreos creyeron que significaba un ser diabólico, en forma femenina, noctívago, espantajo de la fantasía popular”.

Las variaciones del mito llevan a Lilith a convertirse en seductora de los propios hijos de Adán y Eva (abordando a Caín con palabras de consuelo y reposo tras la muerte de Abel), o a asimilarla con la propia serpiente del Paraíso dando cuerpo de serpiente mientras Satán daba cara humana y la voz que sedujo a Eva (como en los frescos de Miguel Ángel de la Capilla Sixtina). Un relato de Primo Levi nos recuerda que Lilith es la amante del mismo Dios creador, y que vive en el Mar Rojo comandando una corte de demonios. Y otra tradición afirma que Samael, luego Satán, el ángel caído, se convierte en pareja de Lilith, e incluso que juntos seducen a Eva para que engendre a Caín.

¿Interesante mujer no lo creen?

Psic. Hugo Harrell