Retratos de Mujer: Ni Víctimas, Ni Victimarias…


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Rosario Olarte (España)

En estos días dedicados especialmente a la mujer, es común tener información acerca de estadísticas y datos que confirman la situación del género femenino en México. Si bien, todas aparentemente muestran algún avance en los últimos años en temas de equidad, oportunidades y remuneración, el panorama que se aprecia aun es bastante dramático y triste.

Una forma arraigada de tratar los temas de mujeres es a través de mostrar nuestras desventajas ante el sexo masculino, retratándonos como discriminadas, indefensas, reprimidas por las tradiciones y castigadas por la historia, en resumen, como víctimas.

Este “retrato” ha dividido a las mujeres y nos ha forzado a tomar diferentes posiciones, ya sea a identificarnos con esa imagen desfavorecida, adoptando la posición de víctimas, o bien, a tomar otro frente de batalla y luchar toda nuestra vida con argumentos feministas,   para no parecernos a los hombres, ni por error.

Todo tiene un precio, y el que estamos pagando las mujeres es probablemente muy alto:

  • Nos canibalizamos, adoptando posiciones misóginas, aunque parezca absurdo, el menosprecio y la aversión que sentimos por las “liberales” o las “pobres” amas de casa lo confirman.
  • Perdemos credibilidad Al utilizar las “debilidades” de nuestro género como ventaja, tal como en casos como el de Kalimba, o lo comprobamos con nuestras amigas en procesos de divorcio, quienes manipulan la custodia de los hijos y sacan ventaja de la protección de la ley, abusando de los acuerdos.
  • Tenemos todos los síndromes, el Síndrome de Wendy por proteger al  hombre inmaduro y que no quiere crecer “Peter Pan”,  permanecemos atrapadas eternamente en el país de Nunca Jamás. El Síndrome de La Doble Jornada: porque llegamos a nuestras casas a invertir otras 50hrs semanales, después de nuestro horario laboral, quedando exhaustas y vacías. El Síndrome de la Súpermujer, por generar expectativas de perfección inalcanzables en todos los roles que tenemos, sin ser conscientes que en el intento, “castramos” a nuestras parejas y vivimos eternamente frustradas porque al final fue eso, solo un intento. Síndrome de Cenicienta, Síndrome de La Abeja Reina, Síndrome de La Mujer Maltratada, y una innumerable serie de síndromes que nos aquejan.
  • Luchamos la guerra de los sexos, no sólo hemos generado enfrentamientos con el sexo masculino, defendiendo argumentos aprendidos, lo más triste es que ahora somos sordas y no escuchamos a los hombres. Los hemos excluido radicalmente cuando queremos abordar temas femeninos, cuando son ellos quienes tienen un lugar determinante en esta búsqueda de la equidad.

Lo importante ahora, es cambiar ese retrato, generar una imagen de la mujer que no provoque una cómoda limitación y que tampoco nos haga salir corriendo. Es momento de plantear la realidad femenina en otros términos.

Concentrémonos, en ir más allá de las opiniones y tomemos tres sencillas acciones y compromisos:

  1. Cambiemos la forma de expresarnos, nuestro propio lenguaje, dejemos en segundo plano la discriminación y empecemos a plantear como prioridad el potencial femenino. Hablemos en términos de responsabilidad;  intercambiemos “ayuda para la mujer” por tal vez  “acompañamiento de mujeres”. Programas, documentos, estadísticas, talleres, conferencias podrían estar basados en una misma premisa: Que las mujeres somos responsables de nuestras propias decisiones y que tenemos, en mayor o menor medida, recursos para cambiar la propia realidad.
  2. Hagamos partícipe a la voz masculina, involucremos a los hombres en nuestros planteamientos,  porque podemos utilizar nuestras diferencias para construir soluciones integrales, los grandes autorretratos se realizaron gracias a un espejo.
  3. Aceptémonos como seres interdependientes, ya pasaron los tiempos de luchar por los hombres, o contra los hombres. Ahora es tiempo de construir una nueva cultura femenina con ellos y con ellas, es tiempo de dejar de competir.

Un retrato de la mujer, basado en la responsabilidad y en el desarrollo de su potencial, consciente de su interdependencia y abierta a la voz masculina.

¡Ni Víctima, Ni Victimaria!…este retrato permitiría la identificación de todas las mujeres, sin luchas ni divisiones y con una visión de crecimiento…  finalmente. ¡Eso es Equidad!

¡¡ Feliz Dia de la Mujer !!

Les desea su amiga

Lizbeth Escárcega

Psicóloga Social, especialista en intervención en crisis, conferencista y entrenadora en temas de desarrollo humano, fundadora del proyecto “Mujeres en Crisis” y Directora de Coaching y Human Care en ARIVA life & business Coaching

lizbethescarcega.blogspot.com

¡Afirmaciones para sanar el alma!

El ser humano tiene a su alcance muchos  recursos para trascender de cualquier situación de adversidad.

Y uno de ellos es la mente, ya que   puede ser utilizada como un medio terapéutico cuando la ejercitamos para reprogramar nuestra visión y sentimiento de la vida!!

Esto lo hacemos todos los días, pero no todos de forma consciente, es decir , pensamos cientos de cosas pero no observamos que esos pensamientos están ocasionando emociones y sentimientos positivos y negativos para nosotros y a los que nos rodean.

Existe un principio metafísico donde se explica que ” la sanación está en la  Mente”
Porque todo todo lo que nos sucede y somos,  nuestras palabras, actos, y manera de relacionarnos son producto directo de nuestra forma de pensar.
Estos pensamientos positivos o negativos que generamos a lo largo del día son afirmaciones o decretos, los cuales atraen las experiencias que van en armonía con todo lo que somos.
Espiritualmente reconocemos  que el universo responde ante:

  • La queja
  • La lamentación
  • Lo que se pone atención
  • Lo que se odia o rechaza
  • Lo que se critica
  • Lo que se teme
  • Lo que  bendice
  • Lo que se agradece
  • Lo que se desea para otros

Si sus pensamientos y palabras tienen que ver con las condiciones arribas citadas, el universo traerá más de lo mismo, multiplicado… al 100 X 1….; si son decretos negativos  la vida te llevará una y otra vez a circunstancias de dolor hasta que se aprenda a vivir en armonía!!

No es un castigo,  es una ley de causa y efecto:

“Lo que siembras…cosecharás”

Así que que les parece si vamos construyendo una mente más positiva y dejar que las bendiciones universales nos lleguen de la manera en que merecemos.

Si  alguno de Ustedes quiere compartirnos un decreto o afirmación de poder, pueden hacerlo, este espacio es para todos,  les invito a unirnos  y  disfrutar del poder de la palabra!!

Bendiciones para todos!!

Su amiga

Socorro Ceja