Taller Gratuito para Padres en Duelo!!

Queridos amigos:
Con mucho cariño estaremos  el 27 y 29 de Agosto en Guadalajara, Jalisco compartiendo con Padres en Duelo,  herramientas para sanar el dolor de su pérdida..
Previo a este taller GRUPO LUZ Y VERDAD, dará una conferencia el Viernes 24 a las 6:00 p.m. en el Auditorio SUM de la UNIVA, donde al público en general le enseñaremos cómo aprender a vivir sin el terrible sufrimiento de la pérdida.
Es importante mencionar  que los fondos recabados  en la conferencia serán destinados para la atención de los Padres dolientes.
Grupo Luz y Verdad
Los interesados en acudir, favor de confirmar su asistencia porque el cupo es límitado.

Bendiciones y nos vemos pronto!

Su amiga

Psic. Socorro Ceja

La coherencia del corazón y el duelo


En esta ocasión, voy a contaros una interpretación muy personal de las dos maneras en que la coherencia del corazón y su reciente descubierto sistema neuronal propio, podrían afectar en la percepción y sanación del duelo.
La primera parte tiene que ver en cómo nos afectan y podemos afectar a otros los estados de ánimos por medio de las ondas electromagnéticas que irradia el corazón.
La segunda parte tiene que ver en cómo percibimos psíquicamente a nuestros seres del azul y como difiere la respuesta si entra en funcionamiento el sistema límbico o el reciente sistema neuronal del corazón.
Voy a ser muy esquemático y luego cada cual puede investigar en los cientos de artículos sobre este apasionante tema.
Cuando los seres humanos estamos en un espacio de entre 2 a 4 metros de distancia, nuestro subconsciente capta la información energética contenida en nuestro corazón…
Si una persona está nerviosa, su corazón emite esta desarmonía a su entorno, y los corazones cercanos empiezan por sincronía a oscilar de la misma manera, creando un ambiente de crispación aunque intentemos poner buena cara para disimular nuestro dolor, que al final lleva a un estado de frustración y de enfado, al no estar en armonía el plano físico, emocional y mental…
Por eso en el duelo es necesario para ir sanando, ser sinceros con nosotros mismos, para llorar si así nos apetece y reír si así ocurre, ya que aunque disimulemos, nuestro corazón no engaña al corazón de los otros y hay que ser uno mismo más que nunca, dejando los prejuicios a parte, cosa complicada por las memorias almacenadas durante toda nuestra vida, pero no imposible.
Por eso también al estar más sensibles, notamos quien nos acompaña con el corazón y quien lo hace porque toca hacerlo… Una vez más el corazón “ve” más allá de las apariencias y por eso la sinceridad del que nos acompaña y escucha nuestro dolor, es fundamental para estar en armonía y poder coger la mano del que nos la tiende y poner nuestro corazón en la suya…
Cuando aparece la sublima compasión nacida del Alma, los corazones de las dos personas hablan el mismo idioma y una mirada o un abrazo es suficiente, para que rueden lágrimas sanadoras o silencios llenos de gratitud sin cesar.
Esto se puede extrapolar a muchos otros aspectos del duelo, pero creo que si habéis cogido la idea, podéis utilizarlo conscientemente y de esta manera ver los procesos energéticos “invisibles” que influyen en nosotros y entender así situaciones que antes pasaban casi desapercibidas.
La segunda parte de este artículo, ha surgido como resultado de las experiencias psíquicas que tuve cuando fallecieron algunos de mis seres queridos y cómo las percibí y me ayudaron a sanar.
Cuando estamos en duelo, hay un bloqueo mental lógico al tremendo shock sufrido, esto nos crea stress y nuestro cerebro casi va en automático, siendo el sistema límbico el que toma el mando.
Ya que este contiene todas las memorias emocionales tanto negativas como positivas, pasamos a estar en manos de acciones y reacciones donde el cortex casi no tiene tiempo de reaccionar al ser más lento que el sistema límbico, con lo que no racionalizamos casi nada de manera normal, no sabemos qué nos ha pasado y menos porqué, el caos es absoluto.
En estos casos, fácilmente podemos pasar a tener los llamados estados alterados de consciencia, donde percibimos destellos del mundo del Alma, pero al estar tan colapsados no somos conscientes de lo que son o si algo intuimos, dudamos de que así sea, al no estar acostumbrados a estos fenómenos psíquicos.
Conforme vamos pasando por las etapas de duelo, la mente va sanando, pero las emociones no siguen su ritmo, siguen pasando directamente por el cerebro instintivo. ¿Cómo acelerar esa recuperación y equilibrar emociones y pensamientos? Ahí entra la coherencia del corazón, el nivel de consciencia particular de cada uno y el tiempo necesario para trasforma el sufrimiento en dolor, el dolor en tristeza y la tristeza finalmente en paz.
Cuando nuestros seres queridos nos envían un mensaje psíquico desde otra dimensión, al llegar a nuestros sentidos psíquicos y pasar a la subconsciencia, se mezcla con los pensamientos que nos activan los recuerdos de nuestro ser querido, ya que el cerebro no distingue que es un mensaje psíquico y lo ve cómo recuerdo… Activando las emociones de perdida y sumiéndonos en una profunda caída energética, emocional y mental donde nos asaltan miles de pensamientos, miedos, frustraciones, etc… que voy a contar que no sepamos cada uno por su propia experiencia personal e intransferible.
Pero cuando ese mensaje pasa a través del corazón, de la intuición, cuando estamos serenos y en brazos de nuestra alma, la percepción psíquica, pasa directamente del corazón hacia el cortex por medio del sistema parasimpático, así como a través de otros centros psíquicos y energéticos del cuerpo, percibiendo entonces una sensación de paz junto con una expansión de la consciencia.
En este estado de comunión psíquica, podemos percibir lo que miles de personas en duelo han vivido y muchos no se han atrevido a contar por temor a que nadie les creyera, como por ejemplo oler aromas de flores, el aroma de su perfume favorito o respirar tranquilos sintiendo cerca la presencia del ser amado.
También podemos sentir imágenes o palabras de esperanza que sabemos ciertas y lágrimas de felicidad pueden rodear nuestras mejillas… pero puede que al racionalizarlas entren en conflicto con nuestras creencias y podemos dudar así de su realidad trascendente, este punto ya depende de la sinceridad de cada uno, del tiempo que dedique a su autodescubrimiento interior, del tiempo que entre el silencio para escuchar su alma, en fin de vivir en la fe que proporciona la experiencia interior que ayuda a tomar consciencia de la responsabilidad que tenemos de cambiar o no nuestra manera de procesar la vida en todas sus facetas.
Por eso es importante tratar estos temas cada vez más de manera holística, pues el alma muchas veces, por no decir casi siempre, no se tiene en cuenta a la hora de sanar. Tenemos un cuerpo, una psiquis (emociones y pensamientos) y un alma y parte de la verdadera sanación a mi humilde entender nace de tener en cuenta la UNIDAD que somos y como esa unidad también se extienda a la FRATERNIDAD SANADORA demostrada en los grupos de autoayuda, donde hablan los corazones, donde habla la tolerancia, donde al final se ven almas y no personas, se ven corazones y no pensamientos, donde el Amor más coherente termina sanando el cuerpo, la mente y el alma…
Hoy más que nunca me despido con un abrazo de corazón a corazón… ¡Bendiciones!
Vuestro amigo de sendero, Guillermo J. Recourt

Duelo, cómo cuidar de sí mismo!!

Queridos amigos:

Durante toda nuestra vida tendremos pérdidas muy importantes y por ello es indispensable que tengamos conocimiento del proceso interior que llamamos duelo.

Hoy les compartiremos algunas recomendaciones generales que pueden seguir para cuidar de sí mismos si están pasando por esta experiencia de dolor…


Hijo Querido….por Carmelita Cárdenas!!


El testimonio de una Madre ante la pérdida de un hijo

Queridos amigos:

Perder trágicamente  a un hijo, es una experiencia sumamente dolorosa a la que no estamos ni siquiera cerca de comprender cuando se ve la pérdida desde afuera…

Por ello, quién mejor que los dolientes para narrarnos su proceso de autodescubrimiento, sus crisis, sus llantos, pero también de su amor y voluntad para sanar  el alma….

Carmelita Cárdenas generosamente nos comparte el libro que escribió  en memoria de su amado hijo, le agradecemos infinitamente el contactarnos y permitirnos apoyarla en su gran misión de servir a otro semejante en dolor.

Para descargar gratuitamente el libro pulse aquí: Hijo Querido

Deseo que la sabiduría nos guie para tocar el corazón del que sufre…

Bendiciones y Abrazos en luz!!

Su amiga

Psic. Socorro Ceja

Decir adiós….

“La muerte no es nuestra mayor pérdida.Nuestra mayor pérdida es lo que muere dentro de nosotros”.

Norman Counsins

En la vida tenemos muchas puertas que abrir y otras que cerrar, decir hola y también decir adiós, esas situaciones se reconocen como pequeñas pérdidas y son necesarias para seguir creciendo en la vida. Estas pérdidas cuando se presentan en nuestra vida nos conduce a un proceso de duelo, que es toda respuesta física, emocional y espiritual que tiene el ser humano ante lo que ya no tendremos más: algo o alguien importante, amado o significativo en nuestra vida.

El adiós que más dolor produce es el que decimos a un ser querido, nos desgarra el alma tener que aceptar que ya no lo veremos más, podemos sentirnos confundidos, desesperanzados, enojados, tristes, solitarios, etc. Es totalmente normal que ante una pérdida tengas sentimientos encontrados, o que te sientas lastimado y desconcertado, en algunas ocasiones que te de miedo el presente y el futuro y que sientas que no hay esperanza para ti; no es tarea fácil encontrar respuesta a todas nuestras preguntas que se originan ante el dolor del vacío y la ausencia de la presencia amada, tenemos un corazón desgarrado que gime en silencio por el amor perdido.
Aprender a decir adiós, nos reencuentra con nuestra fuente de amor y con la profundidad de nuestro ser, el dolor y la tristeza bien encaminados, se convierten en generadores de inspiración y de grandeza.