
“¡ El amor es la sangre de la vida, es el poder que reúne en la separación !”
Paúl Tillich
La conciencia de las pérdidas, la enfermedad y la muerte, sólo es posible para los humanos, no existe otro ser en nuestra creación que viva el proceso de duelo, el uso de razón que nos distingue entre los seres vivos nos esclaviza al dolor y al sufrimiento, porque nos gusta vivir en en el pasado: anhelando y añorando lo que se perdió y no estará más, y por otro lado también anticipamos el futuro, visualizando situaciones terribles que nos provocan miedo y desesperanza.
¿Qué sé sobre la muerte?
La muerte es un misterio y tiene una revelación única y personal. La muerte es lo que da valor a la vida; es la que añade un elemento fundamental a nuestro existir como es la responsabilidad, nos hace enfrentarnos a nosotros mismos, mirarnos cara a cara y pedirnos cuenta de nuestra propia vida.
Ya no se puede seguir evitando o posponiendo el tema, porque cuando llega nos arrepentimos de lo que ya no es posible hacer. Es necesario aprender y aceptar nuestros sentimientos con respecto a la muerte, para poder incorporar la creencia de que es un proceso natural en una vida y que su significado tiene que ver más con renovación e inicio, que con final o castigo.
Trascender el dolor
Para trascender el dolor, es necesario permitirnos sentirlo , no se controla, no se evita ni se rechaza, al contrario, el dolor es nuestro mejor maestro que nos eleva a una autoconciencia. Cuando le escuchamos y le reconocemos cambia su naturaleza.
En nuestras pérdidas es necesario reconstruirnos internamente y otorgarle a la vida una visión nueva, no se busca la resignación, tampoco se busca la paz ni la serenidad como objetivo último, simplemente es aprender y darle cauce a la ausencia o al vacío, agradeciendo con amor el tiempo compartido, hacer una mejor persona de nosotros mismos, en la memoria de nuestro ser amados comprometernos a vivir plenamente.
De esta manera nos recuperaremos del duelo en su totalidad, porque hemos sanado activamente los dolores: físico, psicológico, social y espiritual; hemos recuperado nuestro mundo es sus dimensiones de realidad, sentido de la vida y la personalidad.
El sentido de la vida
La vida es frágil y la muerte, la enfermedad y las pérdidas ocurren cuando menos lo pensamos. Si no queremos pasar por el sufrimiento profundo del arrepentimiento, la queja y la lamentación, es necesario aprender a vivir bien nuestro presente, con plenitud.
¡Es tiempo de NO postergar el amor, nuestros sueños, nuestro vivir……. Es el tiempo de abrazar y rodearnos de nuestros seres queridos, hasta llegar al momento de decir adiós a lo físico!
La vida fluye y siempre tiene un sentido, es la persona, quién a pesar de cualquier cosa, es libre para elegir como actuar ante las circunstancias de dolor. Un espíritu en su grandeza puede ajustarse, volver a vivir la libertad desde otra perspectiva de vida y colocarse por encima y más allá de la maldad o la injusticia sufrida.
El desafío consiste en hacer uso de la potencialidad que tiene todo ser humano para dejar atrás la adversidad, para proyectarse hacia la luz , a pesar de la oscuridad.
El ser humano necesita tomar la determinación de no hacer de su pérdida una excusa para no continuar creciendo en la vida. Recuerden que Amar verdaderamente integra la presencia y la ausencia, por ello les sugiero que se reencuentren hoy con el amor más puro y permitan que sea su luz la que los guie a caminar en este sendero de lo humano!!
Sabiduría, Amor, Paz y Consuelo para ti!!
Psic. Socorro Ceja